miércoles, 28 de mayo de 2014

Política y razón: yo, mí, me, conmigo

La política me resulta muy interesante por cuanto es algo sumamente trascendental para la vida de todos nosotros. A pesar de ello, en los últimos tiempos ésta se asemeja más a un juego entre grupos por alcanzar cotas de poder en una lucha ansiosa de dominación sobre los demás (la erótica del poder), dejando de lado lo que a la ciudadanía le interesaría en verdad como sociedad.

Las 'contiendas' electorales, algunas más insulsas que otras, y sobre todo los momentos tras el escrutinio, han terminado por ofrecerme un espectáculo más para mi diario divertimento. ¡Qué triste resulta eso! Y es que se ven y se leen unas cosas que por lo pronto invitan a la reflexión. Es muy 'divertido' observar cómo los partidos, sus integrantes y sus simpatizantes extienden esa pugna al nivel dialéctico como ciudadano de a pie. Todos llevan o quieren llevar la razón, siempre 'tienen que ganar los suyos', pues si no es así se desataría una debacle casi apocalíptica como si para sus miembros no hubiera un mañana. Es ganar por orgullo, si el pueblo ha votado una opción que no sea la mía, obviamente estará equivocado en su percepción subjetiva, si en cambio ha votado igual que yo, 'amén hermanos'. Es un comportamiento casi místico, puramente religioso. Hago autocrítica por ello, pues recuerdo en 2004 y 2012 haber realizado sendos comentarios críticos de ese estilo.

Tras las pasadas elecciones europeas he vuelto a 'entretenerme' con el sinfín de comentarios que gente de uno y otro lado del arco ideológico realizan en función del resultado final de las mismas. Curiosamente son comentarios muy parecidos, por no decir los mismos, que sus adversarios realizaron en otras elecciones en sentido inverso por unos resultados electorales totalmente diferentes. Por eso he realizado este 'dibujillo', una viñeta que recoge este aspecto, pues 'todo depende del lado desde donde lo mires para terminar haciendo lo mismo'. Las críticas de unos y las alabanzas de otros hoy, en el futuro habrán cambiado los papeles entre sí.

Las viñetas no son obras de arte como se puede comprobar, pero al menos creo que he plasmado la idea que acabo de desarrollaros. Espero que os interese.



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