viernes, 31 de julio de 2015

Del periódico de ayer al de hoy

Siempre es agradable ojear viejas páginas de prensa, terminas dejándote llevar por el color amarillento de sus páginas y su olor característico al abandono del tiempo, mientras vas leyendo cosas muy interesantes en sus párrafos, dándote cuenta que muchas cosas que hoy en día nos sorprenden, se parecen en cierta manera y salvando las distancias a momentos del pasado, un pasado en verdad no tan lejano.

Vivimos un momento político histórico, en el que tras una crisis generalizada a nivel político, social y económico se van imponiendo unas nuevas maneras de hacer política. La "vieja política", dominante todas estas décadas, es cosa ya del pasado. Renovación o Defunción. Tras la aparición de nuevos actores políticos tanto a nivel mediático como en los parlamentos y ayuntamientos, vemos plasmado el deseo de la gente de cambiar de una vez por todas la podredumbre habida en la vida política debido a su estancamiento, de ahí que la renovación de las aguas pestilentes en que se ha convertido nuestra política se vea harto necesaria.

Hace más de 90 años, el sistema político de la Restauración llevaba ya tiempo en crisis, en todos los sentidos como hoy en día, política, social, entonces también militar, crisis de identidad nacional con el auge de los separatismos,... Entonces, y tras un espíritu regeneracionista que pretendía cambiar las cosas, buena parte de la sociedad española imploraba por la aparición de un "cirujano de Hierro" que acabara férreamente con todos los males del país. De ahí la aparición de Miguel Primo de Rivera y su gobierno autoritario de casi siete años.

Hace pocos meses, tras las elecciones municipales del mes de mayo, irrumpieron nuevas fuerzas políticas en el panorama español, obteniendo escaños y concejalías con lo que ello supone de novedad en el discurrir de nuestro día a día y la expectación por si se resolverán y cómo los problemas que tenemos en estos momentos. Son momentos cruciales, el futuro inmediato de España depende de cómo acontezcan los próximos meses.

Repasando esa prensa antigua, deparé de nuevo en esos momentos previos a la dictadura de Primo de Rivera, tema que investigué con interés para mi Trabajo Fin de Máster, y vi la viñeta que aparecía en la primera página del diario La Voz de Granada del día 30 de marzo de 1922. Se iba a formar un nuevo ayuntamiento a partir del siguiente día 1, en el que los nuevos concejales van prestos y diligentes para la sesión de posesión de sus nuevos cargos. En esa nueva corporación el grupo mayoritario era el de los liberal-conservadores o idóneos (14 concejales). Ese diario ve acertadísimo el nombramiento como alcalde de uno de sus miembros, el letrado Germán García Gil de Gibaja, del que se congratula de su vuelta a la alcaldía y de su amistad. Y es que el alcalde "gegegege" ya lo fue anteriormente. Lo fue entre octubre de 1920 a noviembre de 1921 en que fue sustituido por José Gómez Jiménez, alcalde que tras cesar ve regresar a Germán García como venimos comentando, durando en su segundo mandato hasta enero de 1923 cuando le sustituye en el cargo Eduardo Navarro Senderos.


Viñeta del diario La Voz de Granada del 30 de marzo de 1922, pág. 1, en la que aparece el Ayuntamiento de Granada.

Retrato de Germán García Gil de Gibaja, alcalde de Granada. En La Voz de Granada, 30 de marzo de 1922, pág 1.

El alcalde Germán García Gil de Gibaja (1) con el redactor de ABC Enrique Garro (2). En ABC, 27 de abril de 1921, pág 6.

Nuevos actores en la política y en una política nueva en donde están puestas las esperanzas de muchos. Esperemos que la crisis política y social que vivimos en breve se haya solucionado por el bien de todos, y que tan sólo sea un triste recuerdo en la memoria de las gentes plasmado en negro sobre las hojas de los periódicos de hoy y que dentro de 90 años leerán nuestros descendientes. Nadie desea un "cirujano de Hierro" que reconduzca la situación, pues es el pueblo el soberano y la Democracia el sistema que debe regir nuestras vidas. Obviamente la realidad histórica de entonces con la realidad actual difieren mucho, pero uno no hace sino ver ciertas similitudes o paralelismos. El pasado ahí lo tenemos para aprender, el futuro está por escribir, y aquí estamos en el presente para decidir y actuar.


  • Datos adicionales:
Lista de Alcaldes de Granada desde 1492 a la actualidad:

Manifestaciones de mujeres en la Granada de la época (por José Luis Delgado López):

lunes, 13 de julio de 2015

Croniquilla de un granaíno en Sevilla

Rememoro los viejos tiempos en que descubrí esta ciudad, paseo pos sus calles de nuevo y me viene aroma a verano, de aquel verano en que estuve aquí hace mucho ya. Retales de un pasado familiar que descubro a la vuelta de cada esquina. Mismo lugar, mismo entretenimiento, otra época y otro color; la plaza de América con esas mismas palomas comilonas junto a un reconocible Pabellón Mudéjar, que identifico al momento de fotos antiguas en que mi madre, mi tío-abuelo José María Garrido Lopera y su primo Pepe Lopera se entretenían con los antepasados de estas aves de hoy, en un juego animal-humano que se ve, prosigue de generación en generación. No puedo más que sonreír en mi solitario paseo ante tal imagen. Al gracejo del crío que veo temeroso dándole de comer a los patos en el Parque de María Luisa, se une el inolvidable canal navegable de la plaza de nuestras Españas, en el que todas nuestras provincias se unen en hermandad en hilera para darse un abrazo a sí mismas.




Un nuevo paso, una nueva esquina que voltear, y de casualidad como si mi destino haya prefijado este encuentro, ante mí se presenta el Hotel, preciosísimo, de Alfonso XIII. Me inmiscuyo entre sus pasillos y trabajadores, intentando descubrir el pasado, los recuerdos de una familia, la mía en última instancia, pues el cariño que se le tenía al desaparecido primo Antonio, me ha llegado a través de mi madre, y a ella a través de su tío. Hotel Alfonso XIII, enclave maravilloso en que se descubre a través de las fotos antiguas que atesora al primo Antonio Lopera López de Priego en sus tiempos de director del mismo junto a grandes personalidades como los entonces príncipes de España Juan Carlos y Sofía. Sevilla, tanta Historia en mayúscula, con tanta intrahistoria que llega al corazón, henchido de nostalgia. Nuevos rincones tras la esquina, viejos escenarios familiares, pues si en la plaza de Doña Elvira, donde entonces mis parientes contemplaban con encanto el inmenso poderío de la Giralda, hoy lo contemplo yo, casualidades de nuevo del destino, desde la ventana del artista granadino Amalio García del Moral; ventana desde la cual hoy el genial artista vigila su Giralda, en forma de busto modelado por las manos de mi tío-abuelo Aurelio López Azaustre. Todo queda en familia.





Sevilla-Granada, un dueto andaluz a lo Pimpinela, de peleas entre hermanos, eterna disputa por ser una de las ciudades más importantes del sur de España. “Peleillas” de amigos me gustaría llamar, que son “ganas de chinchar por chinchar”, porque finalmente amigos y hermanos somos para lo bueno y para lo malo. Que aunque los “miarmas” y los “malafollás” estemos siempre a la gresca, en definitiva somos casi lo mismo, con nuestras obvias y necesarias diferencias.

Que aunque yo  el primero, tengo ese prejuicio antisevillano desde que en aquel mítico verano del 92 me llamaron “mi arma”, retumbando aún en mis sensibles oídos, he de admitir la belleza incomparable e inmensa de la ciudad y el encanto de sus lugareños. Que por cierto, he de agradecer eternamente la bondad y el recibimiento de las gentes de Sanlúcar la Mayor, que gracias a su “Amarrao”, el “Amarrao” de López Azaustre, mi “Amarrao, nos ha unido ya para siempre (Rafa Espina, José Torres, Miguel Sousa, Juanma Márquez, Antonio Robledo y tantos otros).



Salgo de Sevilla encantado de nuevo, y aunque siga, porque seguiré, con la pulla antisevillana pues forma parte de nuestra idiosincrasia y cordial y duradera pugna de hermanos, me despido con las aguas del Guadalquivir directas al “Mar Océano”, mientras yo vuelvo a otra ciudad encantadora y genial, que está a los pies del cielo, mi eterna Graná.



Francisco J. Canales-“Azaustre