domingo, 30 de marzo de 2014

Adolfo Suárez entra en la Historia

Hoy, una semana después de uno de los momentos más tristes y emotivos que hemos vivido en lo que llevamos de año en España, hago una pequeña reflexión sobre la figura y la muerte del ex presidente Adolfo Suárez.


Tras la muerte de una persona los velatorios y entierros se convierten en un discurrir de laudatorias palabras sobre el finado, pero en este caso como personaje histórico que es, no hay que caer en la ñoña adulación edulcorada ni en la crítica absoluta por la crítica. Personaje importante y clave de nuestra Historia más reciente merece un análisis objetivo de toda su trayectoria política, y en eso los historiadores tendremos mucho que decir.


Político durante la dictadura franquista, falangista y jefe del Movimiento (hecho controvertido por el que se le critica, a mi entender de manera injustificada y acrítica históricamente), a la muerte de Franco se convirtió en una novedosa pieza maestra; bajo el mando del Rey Juan Carlos, fue timonel del proceso histórico de la Transición de la dictadura a la Democracia, momento crucial de reconciliación entre los españoles, etapa de la que se ha hablado fue modélica, pero no sólo tiene sus luces (que hay que tener muy en cuenta) sino que también tuvo sus sombras pues no fue un proceso ni pacífico ni fácil.



Su personalidad y capacidad para la comunicación fueron claves (y quizás de ahí su elección por el rey para el cargo de presidente del gobierno que pilotara la recién estrenada democracia), posibilitando así el encuentro entre 'las dos Españas', enfrentadas décadas atrás y que ahora vislumbraban un futuro juntas y en armonía. Pero pronto su figura fue un lastre para muchos desde múltiples sectores, y la amalgama de sensibilidades que había dentro de su partido UCD (partido creado ex profeso de las primeras elecciones democráticas en 1977) se rompió, quedando la soledad del presidente como bien refleja la foto anterior. Suárez que no se amilanó durante el golpe de Estado del 23-F quedó como digno epílogo para el final de una presidencia que se mantuvo firme hasta en los momentos más complicados.


El domingo pasado falleció tras una larga y penosa enfermedad neurológica, y con él se ha ido uno de los iconos de toda una generación, la de nuestros abuelos y nuestros padres, que poco a poco va muriendo. Suárez, hasta hace poco Historia viva en nuestros planes de estudio, ha pasado irremediablemente a ser Historia muerta, tránsito que nos hace recordar el discurrir del tiempo, de nuestro tiempo, de nuestra vida, de lo que nos ha acompañado como algo cotidiano y familiar como ciudadanos españoles.

                                       

Al desaparecer uno de los iconos de nuestro pasado más inmediato, icono de toda una generación, decoramos todo ese tiempo con las 'bandas sonoras' de aquella época, la Transición, tiempo de efervescencia política que dejó huella en las letras de las canciones. Es la música que acompañó a nuestras familias en esos trascendentales momentos. Son canciones de otra época, con letras y ademanes de un ayer que nunca volverá, son temas míticos que hoy día nos evocan nostalgia histórica de esa época pasada.

La canción con tintes políticos estaba a la orden del día, y se sumaba con ilusión a la nueva etapa abierta, invocando la libertad y la democracia, frente a la oscura etapa anterior. No hace falta decir que para muchos el tema número uno y que representa el sentir de la Transición es el 'Libertad sin ira' del grupo Jarcha.


Otro tema que invitaba a la población a sumarse al proceso democrático y a que se expresara mediante las casi desconocidas urnas electorales fue el 'Habla pueblo, habla' del grupo Vino Tinto.



Y por último otro de los temas con aire nostálgico, una canción elaborada para la campaña electoral de Adolfo Suárez en los años 80, ya fuera de las filas de la casi extinta UCD y como candidato del nuevo partido 'personalista' creado en torno a su figura, el CDS (Centro Democrático y Social), partido minoritario que no supo acaparar el apoyo y simpatía que Suárez tenía entre la población.


El velatorio popular que se le realizó solemnemente en el Congreso de los Diputados reflejó el cariño y estima que miles de españoles (ya fueran de su ideología o no) sentían por su figura. Le agradecían el 'haber posibilitado traer la Democracia', además de su carisma, su capacidad de consenso y el haber sido un político que miraba más por el bien común que en el bien particular o grupal. Largas colas de ciudadanos en una noche triste esperaban su turno expectantes ante el Palacio de la Carrera de San Jerónimo, despiertos, como aquella otra noche del 23-F, todos preocupados 'mirando por la Democracia', entonces por querer preservarla, y ahora por la despedida de quien fue una de sus 'matronas'.

Durante estos días, la clase política actual, tan enervada y ruin se agrupó en torno a la figura de Suárez, agradeciendo su sentido de Estado y alabando su figura política e histórica. En cambio, grupos que hoy día alaban su consenso, caso del PP, son adalides del anti-consenso, y otros grupos critican su figura porque según ellos la Transición se quedó corta porque reclamaban (entonces y ahora) una ruptura total con el franquismo, cuando lo mejor que podría haber pasado para la estabilidad política y social y la convivencia fue la reforma política desde dentro del sistema que se estableció finalmente. Otro que se sumó al carro de las alabanzas al ex presidente, y en mi opinión de manera falsa fue el presidente de la Generalitat Artur Mas, que utilizó su figura de manera partidista e interesada reclamando altura de miras para el actual proceso independentista en Cataluña. Creo que en la Transición se fue altamente generoso con las 'nacionalidades históricas' tras la necesaria restitución de la Generalitat por ejemplo. Ésta en cambio, desleal, en manos de nacionalistas e independentistas desde entonces utilizaron esa generosidad y una Constitución Española como la de 1978 para minarla por dentro y servirse de ella para intentar romperla. Pero ese ya es otro tema.



Las banderas a media asta nos recordaban el luto nacional que afligía a casi todo el país y la hermandad ciudadana al quedarnos algo más huérfanos de referentes políticos válidos. Suárez, como agradable y apacible abuelo, murió sin recordar quien fue, pero su importante legado hará que generaciones futuras recuerden siempre la figura de uno de los mejores políticos que ha tenido y tendrá nuestro país.


martes, 11 de marzo de 2014

11-M, tan lejano ya pero tan cerca aún

El reloj cambiante de medianoche modifica el dígito del día y un estremecimiento lejano resuena desde el fondo de la mente,... hoy es 11-M. Fecha marcada con sangre, dolor y enfrentamiento político en el calendario de nuestras vidas, el triste recuerdo del atentado terrorista más grave que vivió nuestro país permanece aún hoy día, aunque hayan pasado diez años desde que aquellos viajeros no llegaran nunca a sus destinos. Una década, tantas vivencias y acontecimientos vividos desde entonces me llevan a una especie de precipicio existencial por el vértigo que produce observar cómo de rápido han pasado estos diez años. La vida finalizó brúscamente para 192 personas, otras miles tuvieron que proseguir su camino con secuelas, y el resto seguimos nuestras vidas como buenamente pudimos. Diez años después es momento de homenajear a aquellas personas que eran como tú y como yo, además de seguir apoyando a sus familiares y amigos.


Carteles electorales de Izquierda Unida y Partido Popular en el lado sur de la antigua Hípica de Granada. 17 de febrero de 2004. Foto de mi propiedad.

Dicen que en momentos dramáticos y con acontecimientos históricos 'nos acordamos dónde estábamos y qué hacíamos en ese momento'. Y es cierto. Ya me pasó con la muerte de mi abuelo Quico en 1997 y el 11-S en EEUU. Yo no sentí el pavor que España sufría desde primeras horas del día 11 de marzo de 2004 hasta el mediodía. La noche anterior me acosté relativamente contento y bastante tarde. Tarde porque estuve viendo en Antena 3 con interés el programa de la final de 'La Selva de los famosos' y relativamente contento porque un pariente, el torero José Antonio Canales Rivera ganó esa noche el concurso. Nada podía presagiar lo que pocas horas después ocurriría y así me acosté. Me desperté tarde, sobre las 12 y pico de la mañana y lo primero que hice fue lo que hacía todos los días por esa época, encender el pequeño transistor que tenía sobre la mesita de noche. Al momento me percaté de que algo raro pasaba, pues con un tono nada convencional, el periodista  de Rne5 relataba algo así como que 'por el atentado' ... 'ya no hacían falta más donantes de sangre' ... 'en la Puerta del Sol'. Esas palabras y la preocupación que noté en su tono me hicieron levantar de la cama con un sobresalto, bajar a la cocina muy rápido y encender la televisión. María Teresa Campos desde Telecinco junto a sus contertulios acrecentaron mi tensión al ver el cariz que el programa tenía a esas horas. Rápidamente puse las noticias del Teletexto y al ver junto a la noticia del atentado la cifra de 173 muertos (los que había contabilizados en ese momento) me hicieron exclamar al cielo a la vez que me echaba las manos a la cabeza.

Alguno de los periódicos que me acompañaron esos días (pinchar para ampliar):

Portada del diario Ideal 'Edición Especial' de la tarde del día 11 de marzo de 2004 con el titular que achacaba el atentado a ETA, según los primeros datos que se disponían. Portada que me causó una gran conmoción, la compré aproximadamente a las 2 de la tarde en el 'quiosco de Paco' de mi barrio. Difumino la cara de una de las víctimas, tumbada entre los restos del tren por respeto a su familia, pues es tal el horror de la expresión mortal de la asesinada, que considero no es conveniente mostrarla. Peridódico de mi Hemeroteca personal. 

Portada del diario Ideal del viernes 12 de marzo de 2004. Fuente: Ideal En portadas (75 años con Granada, 1932-2007), DVD Nº15.
Portada diario Granada Hoy viernes 12 marzo 2004. Periódico de mi Hemeroteca personal.

Portada diario El País viernes 12 marzo 2004. Periódico de mi Hemeroteca personal.

Portada diario Ideal sábado 13 marzo 2004. Fuente: Ideal En portadas (75 años con Granada, 1932-2007), DVD Nº15.

Portada diario Ideal domingo 14 marzo 2004. Fuente: Ideal En portadas (75 años con Granada, 1932-2007), DVD Nº15.


La alegría del día anterior se esfumó tan rápidamente conforme desperté en un día negro de horror, la ilusión por las elecciones generales del domingo siguiente se transformó en desinterés y apatía, las lágrimas empezaron a brotar y una tremenda tristeza a envolverme en la soledad humana de mi casa. Mi perra Linda no podía comprender el porqué del drama que llegaba a mi cara a pocos palmos de la pantalla. La televisión emanaba imágenes dantescas, toda la mañana fueron transmitiendo noticias cada vez más preocupantes, y el macabro contador de víctimas aumentaba sin cesar.


La tele de mi cocina emitiendo la intervención del presidente José María Aznar el día 11 de marzo. Foto de mi propiedad.


Lo que posteriormente se llamó como '4 días de marzo' fue un discurrir de sensaciones y emociones diversas que pasaban desde la indignación hasta el quebranto del alma. A la vez que un trasiego sin fin de informaciones y noticias que hacían crecer la tristeza absoluta y el varapalo emocional. Yo que era hombre de pocas manifestaciones, el viernes 12 mi madre y yo éramos dos de varios millones de españoles que salieron a las calles en 'procesión cívica' contra los terroristas; codo con codo con miles de granadinos desconocidos con sus intrahistorias particulares, pero con un mismo fin y deseo, el final del terrorismo. Así lo manifesté en un cartel que hice esa misma tarde con mi ordenador. Como se ha podido comprobar, deseo que no se cumplió, pues desde 2004 ha habido tristemente otros fallecidos por terrorismo.


Viernes 12 de marzo de 2004. Granadinos caminando por el Paseo del Violón rumbo a la manifestación contra el terrorismo. Foto de mi propiedad.
Manifestación contra el terrorismo del día 12 de marzo en la Carrera de la Virgen de Granada. Manifestación multitudinaria que causaba dificultad de movimiento, por lo que tuvimos que movernos por calles aledañas para proseguir. Foto de mi propiedad.

Cartel que realicé la tarde del 12 de marzo para llevarlo a la manifestación que pocos minutos después recorrería las calles de Granada. Archivo personal.

Esos '4 días de marzo' terminaron con una jornada electoral apática y triste, con un ambiente verdaderamente plomizo. Yo, que por aquel momento era militante del PP participé como interventor del partido en una mesa electoral en mi barrio del Zaidín, en los locales que por entonces tenía el IMFE en la calle Chile. Desilusión y debacle moral con la que llegué a esa jornada del domingo 14, tras las últimas noticias que escuché con mi transistor esa madrugada con las detenciones y vídeos reivindicativos encontrados, con lo que se iba confirmando la teoría islamista; y yo, posicionado en contra de la Guerra de Irak del año anterior supuso un varapalo interno tremendo a nivel político. La derrota del PP esa noche era lo de menos, eso ya no me importaba, pues parecía como si algo de mí también hubiera muerto en los trenes.

Sede del PP en la calle Palencia del barrio del Zaidín de Granada, durante los primeros minutos de la madrugada del lunes 15 de marzo de 2004, en un ambiente triste y desolador por la ya confirmada derrota electoral. Foto de mi propiedad.

Fueron unas jornadas traumáticas para todos nosotros, crespones negros enlutaban todo el país, una fecha que entró para nuestra desgracia en los libros de nuestra historia como Nación. Decían que 'en esos trenes íbamos todos', íbamos sentimentalmente, y podríamos haber ido físicamente, pues a cualquiera nos podría haber afectado de lleno. Diez años después del 11-M seguimos por la vía de nuestra vida, intentando no descarrilar y llegar a la estación final lo más apacible, feliz y tarde posible. El 11-M nuestro camino se paró en seco en nuestras vías vitales, pero retomamos el viaje, y en él seguimos....