Hoy vuelvo a esta sección de mi blog para hablar de una persona de la que llevaba muchos años siguiendo la pista genealógica, y no ha sido hasta hace unas pocas semanas cuando he podido conseguir el testimonio gráfico con los datos que me faltaban para confirmar documentalmente el nexo genealógico que tenemos. Unos datos gracias a la labor investigadora de dos autores, cuyo libro, del que también estuve años detrás de él, no ha sido hasta ahora cuando he podido adquirirlo.
Una parte de mis ancestros eran naturales de Ogíjares, pueblo de la Vega de Granada cercano a mi ciudad. De allí salió mi bisabuela paterna Trinidad Junco Casado, tras haberse casado allí con mi bisabuelo Francisco Hita Martínez. He comprobado que en esos pueblos de la Vega abundaban familias apellidadas Junco, no sólo en Ogíjares, sino en pueblos colindantes como Cúllar Vega, La Zubia, Gójar,... y las que creo que todas estaban unidas en un tronco común, como voy descubriendo tras ir uniéndolas poco a poco.
El protagonista de hoy era uno de esos parientes Junco del que conocí someramente su existencia tras buscar el apellido hace años en internet y aparecer él en noticias actuales sobre nuestra Guerra Civil, pues fue uno de los asesinados en la contienda. Se llamaba Marcelo Junco Molina y cuando supe de él, no pude determinar el nexo que nos unía, más allá de intuirlo. Conforme descubría parientes Junco, más se acercaba la posibilidad de un nexo cercano, pues el nombre de Marcelo empezó a aparecer en varias ocasiones en la familia. Es el caso de un hermano de mi mencionada bisabuela, Marcelo Junco Casado, fallecido con 10 años de edad en el famoso brote epidémico de cólera de 1885. La solución al misterio estaba en los libros parroquiales y municipales de Ogíjares, pero los municipales sólo pude investigarlos parcialmente, y no llegué a los libros clave.
Así que tras dar forma frondosa a esa zona de mi árbol genealógico, el dato para unir a Marcelo con el resto de la familia me vino dado en un primer momento gracias al testimonio de la pariente Mercedes Montes (sobrina nieta del referido Marcelo) y recientemente al libro "Ogíjares 1931-1939", de los autores Gustavo García García y Víctor R. López Plata. Visité a Gustavo hace años en Ogíjares durante aquellos momentos de investigación, pero no pude conseguir el libro. Era además autor del libro "Cúllar Vega 1931-1939", publicado 4 años después del de Ogíjares, y en el que aparecían otros posibles parientes. El libro de Ogíjares después de mucho tiempo, pude comprarlo hace dos meses por internet en una página especializada en segunda mano y anticuarios. Recibido por fin, en sus páginas se detalla el periodo de la II República y la Guerra Civil en Ogíjares, y habla de las diferentes víctimas que en el pueblo causaron los golpistas. Tristemente Marcelo fue una de ellas. De ideología de izquierdas, vivía en el Lugar Bajo, cerca de donde nació y se casó mi bisabuela. El libro de Ogíjares indica que estaba afiliado a la UGT y a su Federación Nacional de Trabajadores de la Tierra, pues era jornalero, aunque el periódico Granada Hoy indicó que era afiliado a la CNT. Marcelo no huyó tras el Alzamiento de julio de 1936 pues dijo que nada tenía que temer. A pesar de ello fue detenido en el Cuartel de la Guardia Civil de Armilla y hecho desaparecer en el mes de agosto tras presumiblemente ser fusilado en las cercanías de Alhendín. Su cuerpo no ha aparecido aún. A sus 39 años dejó esposa Pilar Montalvo Quiroga y 3 hijos.
En el libro aparece además el documento que me faltaba para terminar de confirmar su filiación parental. Y fue importante porque sus padres Francisco Junco Sánchez y Carmen Molina Molina ya los tenía añadidos en mi árbol gracias a mis investigaciones previas y el contacto con Mercedes Montes. Así pues Marcelo era sobrino de mi tatarabuelo Juan Antonio Junco Sánchez, por tanto era primo hermano de mi bisabuela Trinidad Junco Casado. De esta manera con la confirmación del parentesco, creo que Marcelo puede ser la segunda víctima mortal de la Guerra Civil más cercana a mí. De la primera ya hablaré en otro capítulo de este Blog.
Gracias a Gustavo y Víctor, el recuerdo de Marcelo sigue vivo, a pesar de que hace casi 90 años personas imbuidas de odio le arrebataron injustamente la vida. Espero que gracias a las campañas memorialistas y de recuperación de cadáveres de las diferentes fosas comunes, pronto se pueda dar paz a la familia de Marcelo y homenajearle por siempre.
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