martes, 3 de noviembre de 2015

Sucesos de antaño (II): "te maté porque eras mía"

El próximo sábado día 7 se celebrará en Madrid una marcha convocada por un movimiento feminista para manifestarse en contra de la violencia machista y de las decenas de asesinatos de mujeres a manos de sus parejas o ex parejas que lamentablemente sufrimos cada año. Casualmente a esta convocatoria he dado con un caso particular acaecido hace mucho tiempo. Y es que estos casos de maltrato, sufrimiento y muerte a la mujer no son nuevos, es un fenómeno que viene sucediéndose a lo largo de la Historia, siendo los tiempos actuales aquellos en los que vivimos en democracia bajo el paraguas de los Derechos Humanos, cuando aún se dan casos, debido a que mentes aún pretéritas dominan las cabezas de sus maltratadores. Esta masacre debe pues acabar.



Mi actual investigación histórico-genealógica, y la facilidad con que muchas herramientas de Internet nos facilitan no sólo el conocimiento del presente, sino el estudio del pasado, hizo que me topara con un triste suceso acaecido ahora hace 104 años. El nombre de la triste protagonista, Concepción Canales López, de ahí que me fijara en este caso, pues no sólo compartía mi primer apellido por el que estaba buscando información, sino que compartimos los dos apellidos, sin que esto suponga un parentesco cercano o lejano. ¿O quién sabe?

Aquel día del 5 de noviembre de 1911 en la Alameda de Jesús Monasterio de Santander, Concepción, de 20 años, fue víctima de lo que entonces se llamaría un crimen pasional, término que viene a disculpar lo que no tiene perdón, que no es sino el asesinato de a quien en teoría se ama. En la prensa de la época se escribió que un quincallero (que fabrica o vende objetos de metal de escaso valor) natural de Madrid de 25 años, Francisco López López asesinó a su novia Concepción de varias puñaladas, mientras ésta se encontraba despachando su puesto de castañas en compañía de la vendedora de periódicos Emérita Barandón. Un joven, José Toca Toca, resultó herido con el mismo cuchillo en el brazo cuando intentaba auxiliar a la joven sin éxito. El asesino huyó por las calles de Santander perseguido por varios ciudadanos que intentaban detenerle. Herida de muerte, Concepción falleció en la Casa de Socorro a las 20:30 horas, media hora después de entrar en dicho establecimiento. Una vez detenido el agresor, admitió como motivo del asesinato que él creía que su novia no lo amaba como él quería. Al parecer, los extremos celos del madrileño hicieron que la joven rompiera la relación con él, algo que no admitió y por lo cual empezó a asediarla, llegando a herirla en una agresión anterior con un cuchillo. Ya entonces había voces como en el diario El País (no el actual) que reclamaban que se pusiera fin a estos crímenes en los que siempre eran víctimas las mujeres. Hoy, tantos años después y en las mismas seguimos. El "enamorado" asesino entró en la cárcel por su horrendo crimen, y tras buscar por internet veo en una Gaceta de Madrid de 1918 (antecesor del actual BOE), que el Ministerio de Gracia y Justicia de Álvaro Figueroa indulta a un tal Francisco López López por un delito de homicidio al que condenaron a una pena de 12 años y un día. Se le indulta por la buena conducta en la cárcel, y una vez transcurridas dos terceras partes de la pena, se le conmuta la tercera parte por destierro. Creo que se trata del asesino, aunque el hecho de que el desterrado que aquí menciono fuera condenado por la Audiencia de Ávila me descoloca un poco, llegando a dudar de que efectivamente se trate de la misma persona. Y en 1923 y 1929 sendos Francisco López López atropellan en Madrid respectivamente a Miguel Vázquez Otero y al niño de 12 años Benito del Val, resultando heridos. ¿Sería la misma persona? Ni idea, pues se trata de un nombre y unos apellidos muy comunes que hacen que dude de esta coincidencia.

Recorte de prensa sobre el asesinato de Concepción Canales López. Declaración de su asesino. En El País, 7 de noviembre de 1911, pág 3

Una curiosidad aparte. He descubierto que años después, el 9 de abril de 1917 desapareció de su casa de Pedreña (sur de Santander) un joven llamado José Toca, un joven 'perturbado' de 21 años que era víctima de malos tratos por parte de su familia. Un mes después apareció un cadáver sin cabeza en el Sardinero, suponiéndose fuera el de este muchacho. Me queda la duda de si este José Toca está relacionado con José Toca Toca (vecino de Monte al norte de Santander) que intentó ayudar a la malograda Concepción. Parece que no son la misma persona, por las edades que la prensa indica en ambos casos. Pero ¿y familiares? Por eso sería paradójico que el que intentó ayudar a una joven a no morir asesinada, tuviera a su vez un macabro caso de asesinato en su familia. Pero eso por ahora son sólo elucubraciones.

Imagen de una castañera cualquiera, oficio de Concepción. En Crónica, 19 de noviembre de 1933 , pág 3.


Hoy sigue habiendo muchas otras mujeres que tristemente como Concepción engrosan una larga lista en los periódicos de nuestros días. Lamentablemente habrá más. Por eso la concienciación social y la eficaz actividad política y judicial deben de acabar con esto de una vez. Y que sólo tengamos que leer estos casos en los amarillentos periódicos de las hemerotecas como un triste recuerdo.


Francisco José Canales-"Azaustre"


Fuentes:

-La Correspondencia de España, 6 de noviembre de 1911, pág 4.
-El Telegrama del Rif, 6 de noviembre de 1911, pág 1.
-El País, 7 de noviembre de 1911, pág 3.
-Diario de Avisos de Segovia, 7 de noviembre de 1911, pág 1.
-La Acción, 28 de abril de 1917, pág 5.
-La Correspondencia de España, 29 de abril de 1917, pág 3.
-La Acción, 5 de mayo de 1917, pág 2.
-Gaceta de Madrid, 21 de julio de 1918, pág 194.
-La Época,  21 de julio de 1918, pág 4.
-La Correspondencia de España, 6 de enero de 1923, pág 6.
-La Voz, 13 de septiembre de 1929, pág 8.

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