jueves, 29 de febrero de 2024

Todos mis apellidos vascos

Si hay una afición  que hoy sirva como nexo comunicador entre las personas es sin duda la Genealogía, disciplina que hace siglos sólo servía para encumbrar, reafirmar y privilegiar (en muchas ocasiones falsariamente) a ciertas personas, la élite de una sociedad fuertemente estamental. Y aunque hoy día siga habiendo gente aficionada a la Genealogía que pretenda darse una pátina de nobleza con el hallazgo de supuestos antepasados de tal condición, en su mayoría la gente lo que queremos es conocer nuestros diversos orígenes, intuir quiénes y cómo vivían nuestros antepasados, en un proceso de autoconocimiento familiar y personal.


Esta afición genealógica, extendida en los últimos años a un incontable número de personas gracias a la aparición de Internet, nos ha llevado a compartir con el resto nuestros hallazgos, en un intercambio mutuo de información con otras personas desconocidas, pero que en definitiva son nuestros parientes en uno u otro grado. En el País Vasco, lugar donde la importancia de la familia, de los antepasados y las costumbres propias es tan importante y donde la afición a la Genealogía era muy fuerte, apareció un programa en ETB, la televisión pública vasca llamado 'Todos los apellidos vascos' (gracias al tirón que provocó la gran película cómica '8 apellidos vascos'), donde la presentadora Olga Zabalgogeaskoa y una serie de historiadores y genealogistas trazan a través del hilo conductor de la curiosa y llamativa onomástica vasca la historia familiar de los protagonistas de cada programa, todos personajes famosos: vascos o descendientes de vascos que todos hemos conocido a través de la televisión, desde Miguel de la Quadra-Salcedo a Boris Izaguirre, desde Javier Clemente (¡Clemente no es vasco! como dirían en la película) a Mariló Montero, desde Iñaki Perurena a Esperanza Aguirre, o desde Plácido Domingo a Iñaki Gabilondo pasando por los hermanos Uranga de Mocedades.


Y aunque el ámbito de investigación se circunscriba solamente al País Vasco y Navarra, soy admirador del programa (ya concluido) y del formato del mismo, esperanzado de que pueda volver a emitirse y que el formato se extienda a otras televisiones como Canal Sur o TVE. Yo, amante de la historia y cultura vasca desde hace varios lustros, mientras iba realizando la investigación genealógica de mi propio árbol familiar, siempre tenía la esperanza de encontrar algún antepasado vasco en mi ascenso al pasado, y no por la supuesta hidalguía universal de los vascos, sino por el encuentro genético en mi ser con alguien que viviera en un entorno tan admirado por mí.


Y como hacía el programa voy a hacer un intento de presentarme a nivel familiar y genealógico, para intentar trazar mi nexo con el País Vasco o la cultura vasco-navarra. Pero avanzo ya que ese intento de entroncar documentalmente con esa realidad no la he podido conseguir a día de hoy, toda vez que aún me quedan cientos de ramas por investigar. Aunque colateralmente mi familia o diversos parientes han tenido nexos con el País Vasco, el hallazgo de algunos de los apellidos de mis antepasados me llevan a pensar que el origen de esas familias mías pudiera estar tanto en el País Vasco como en Navarra. Y así lo voy a narrar, siendo éste un texto con fecha de febrero de 2024, esperando que en una versión posterior pueda dar datos más certeros, o incluir nuevos apellidos:


-Argote. En la vega granadina vivieron en el siglo XVII unos antepasados míos con apellido Argote. Es el nombre de una localidad del Condado de Treviño, enclave de la provincia de Burgos dentro de la provincia vasca de Álava. La Enciclopedia Vasca Auñamendi dice que es un "Apellido vasco, que existe también en Castilla y en Andalucía. Lo lleva como segundo apellido el famoso poeta cordobés Luis de Góngora y Argote". Así que pudiera ser un apellido que en tierras andaluzas se difundiera gracias a la Reconquista o sus consecuentes repoblaciones con habitantes del norte. Pero aún no poseo aporte documental que confirme dicha vinculación.


-Azaustre. Al comienzo de todo, cuando era joven, y mucho antes de que la Genealogía me interesara, escuchaba en mi familia materna que el llamativo apellido Azaustre de mi abuelo tenía origen vasco y así lo consideraba hasta que en 2012, pocos meses después de empezar a investigar mis ancestros conocí a un primo lejano a través de dicho apellido Azaustre, Tano García. Él, de Alcaudete (Jaén) llevaba ya años investigando dicho apellido, siendo éste un apellido único y del cual todos sus descendientes proveníamos de la mencionada localidad. Recopiló historias de muchas ramas de la familia y en algunas de ellas también se decía que el apellido Azaustre provenía del País Vasco. Además descubrió que el Azaustre era prácticamente un apellido de reciente formación, habiendo pasado previamente con formas como Zaustre o Caustre, y que el primero que lo llevó fue un tal Juan Ruiz, que nació en dicha localidad hacia 1625. Establecida esa familia allí, Tano no pudo saber su origen, pero tiene la hipótesis de un posible origen francés. Yo, años después, pensé que la forma Zaustre del apellido pudiera tener algún origen morisco, pues había leído apellidos moriscos cuyas grafías se parecían demasiado a ese apellido, pero es sólo otra hipótesis. Así que ese supuesto origen vasco del apellido Azaustre está en entredicho, hay muchas dudas al respecto. Pienso que la creencia del posible origen vasco del apellido esté relacionado de alguna manera en el nexo que algunos miembros de la familia tuvieron con el País Vasco, sumándole a ello la sonoridad vasca del apellido. Mi rama Azaustre parece que fue una de las primeras en salir del solar de Alcaudete, en el siglo XIX, y aunque se establecieron en Granada donde nacimos, una parte se asentó en el País Vasco varias décadas después. Teodoro Azaustre, medio hermano de mi tatarabuelo pasó por Vitoria, donde tuvo un estudio de fotografía en la calle Florida, y algunos de sus descendientes permanecieron allí. Y mi tatarabuelo Ángel Azaustre, parece que iba a San Sebastián a darse baños, según he sabido de un testimonio familiar reciente. Otro ingrediente para que mi familia Azaustre creyera un posible origen vasco, está en que un tío bisabuelo mío, Ramón López Rodríguez (no era Azaustre, pero sí cuñado de mi bisabuela Azaustre) llegó a ser oficial de Telégrafos en Tolosa y Cestona (Guipúzcoa) y se casó con una vasca.


-Bazán. Mi tatarabuela era Cándida Martínez Bazán, de Montejícar (Granada) de donde eran sus 7 antepasados Bazán. En esa zona y la de Guadix había personas así apellidadas. Aún investigo dicha rama, y su posible relación con don Álvaro de Bazán, insigne militar granadino del siglo XVI, cuyo origen familiar narran las crónicas está en el Valle de Baztán (Navarra). Pero ni ese origen era inmediato, ni puedo demostrar que ambas familias tuvieran nexo genealógico. Pues hay que pensar también en la posibilidad de las adopciones de apellidos por parte de familias de nuevos cristianos en la zona tras la revuelta de los moriscos, apellidos que pertenecerían en dicho caso a casas señoriales vinculadas a esos bautizados. Por tanto, otra rama de la que no puedo aún confirmar nada.


-Berrio. En un lapso de tiempo que va del siglo XVII al XVIII vivieron en Guadix (Granada) unos antepasados míos apellidados Berrio, María Aguilera Berrio y su madre Manuela. Y aunque pensé inmediatamente en Berrío (Berrido) como sinónimo de grito, la archivera Carmen Hernández Montalbán (descendiente igualmente de ese apellido accitano) me corrigió acentuando correctamente el apellido. Fue entonces cuando deparé en la palabra en euskera berri, que significa nuevo y fue así como intuí en la posible procedencia vasca de dicho linaje. Sin haber podido investigarlo más, queda por tanto a la espera de nuevos hallazgos. Veo que existe un barrio en Elorrio (Vizcaya) llamado Berrio y también que en las cercanías de Pamplona (Navarra) existen varias poblaciones con dicha denominación (Berriozar, Berriosuso y Berrioplano). En el libro El Solar Vasco Navarro de los García Carraffa, en el apartado de Berrio dice que tiene distintas casas solares en Vizcaya y Navarra y que los Berrios de Orduña asistieron a la batalla de las Navas de Tolosa y la conquista de Baeza, siendo los ascendientes de las ramas de Jaén y Granada, siendo esta última de las que salieron los Berrio de Perú y Colombia. La Enciclopedia Vasca Auñamendi dice que es un apellido vasco, diciendo además que el linaje de los Berrio en Andalucía procede de Elorrio y quizás de Orduña (Vizcaya).


-Garabayo. Entre mis antepasados de Montejícar (Granada), siglos XVII y XVIII existe una familia así apellidada. En otras partes de España hay una variante del apellido, Garbayo, que la Enciclopeida Vasca Auñamendi dice que es un apellido navarro. En páginas de Genealogía aparecen muchas familias Garabayo en la localidad de Lerín (Navarra), y lo hacen de las dos formas aquí descritas. Por tanto, un apellido al que seguiré investigando para averiguar su procedencia.


-Montellano. Hace poco descubrí que algunos de mis antepasados de Huéneja (Granada), siglos XVII y XVIII son de apellido Montellano. Siendo éste un apellido claramente toponímico, indicando así la procedencia u origen del que lo posee, y sin haber investigado más, no puedo saber si el origen puede ser la localidad de Montellano en Sevilla, o el Montellano de Vizcaya.


-Najarro. Mi trastatarabuela María Josefa Najarro nació en Granada capital, pero su padre Miguel era de Coín (Málaga). Dicho apellido abunda mucho en la zona de Almuñécar (costa de Granada), por lo que no sé a día de hoy si también provienen de Coín. De todas maneras parece que hay Najarros en la zona de Coín desde hace varios siglos. El apellido y su variante Naharro, parecen una derivación de Navarro. Otro aficionado a la genealogía, Pedro Santos Lucena me comentó que el primer Naharro que encontró en Málaga fue en la localidad de Guaro, cercana a Coín, en 1487, año de la conquista de Málaga por los Reyes Católicos, por lo que en teoría llegaron a la zona con la Guerra de Granada. Pero dada la lejanía del lugar no he podido investigar dicha rama todavía.


-Navarrete. En Cúllar Vega (Granada) vivieron en el siglo XVII unos antepasados míos apellidados así, rama mía repetida por haberse casado entre sí algunos de sus descendientes. Apellido toponímico, es además el nombre de una localidad de La Rioja, situada a pocos kilómetros de la provincia vasca de Álava, y cuya etimología parece que viene del euskera y significa "el portillo de los navarros". Pero además hay otras localidades llamadas Navarrete. La primera, también Nafarrate, pertenece al municipio de Villarreal de Álava. Y un segundo Navarrete, también en la provincia de Álava, pertenece al municipio de Bernedo. Así que en un radio de unos pocos kilómetros hay 3 opciones de las que puedan venir esos antepasados Navarrete. Aunque quizás me equivoque, y en verdad provenga de la localidad de Navarrete del Río, provincia de Teruel. La Enciclopedia Vasca Auñamendi dice que es un apellido originario de La Rioja, extendido por Navarra y otros lugares.


Hasta este momento y a falta de investigar más, ese es el listado salvo Azaustre, de mis posibles orígenes vasco-navarros. Habiendo emigrado los vascos los últimos cinco siglos a muchas zonas de España como Salamanca, Madrid,.... e Hispanoamérica (donde abundan los apellidos vascos), en otras zonas como Granada y su antiguo Reino tengo la hipótesis de que los vascos se asentaron algunos siglos antes, en plena última fase de la Reconquista, al albur del espíritu de cruzada y de la necesidad de repoblar las tierras ganadas a los musulmanes. De ahí quizás el apellido Vasco que en algunas zonas de Jaén se puede encontrar (entre ellos varios de mis primos). La genealogía en la Edad Media circunscrita a la realeza y grandes casas nobiliarias roza la mitología, pues la documentación es escasa y para su estudio hay que cogerla con cautela. Es ya en la Modernidad y tras el Concilio de Trento cuando los registros sacramentales facilitan la reconstrucción genealógica del resto de la población, el conjunto de súbditos cristianos. Así que el problema para aquellos casos de emigración vasca tan temprana radica en que muchos apellidos aparentemente vascos que pueda haber en tierras del antiguo Reino de Granada pueden ser de familias vascas o navarras que llegaron a estas zonas durante la guerra contra el reino nazarí, la etapa final de la Reconquista, como infanzones e hidalgos que participaron en la guerra y que posteriormente poblaron la región. Una ascendencia vasca muy lejana en todo caso, pero tras decenas de generaciones de granadinos, saludo con amistad a los primos, ¡kaixo guztioi!

Escudo de los Berrio de Orduña y Lendoño. Fuente: El Solar Vasco Navarro Tomo II, lámina 22.

lunes, 26 de febrero de 2024

Apuntes genealógicos XXI. José Antonio Bastos Amigo

Iba a comenzar diciendo que vivimos tiempos convulsos pero, ¿cuándo no lo han sido? La diferencia es quizás que el nivel de bienestar de la población es mayor porcentualmente a los de tiempos pasados. Pero claro, el número de personas es ya casi incuantificable, por lo que en el mismo momento que respiramos, otros congéneres, cientos de miles, millones, están sufriendo a lo largo y ancho del mundo. Y dado el cariz que está cogiendo la situación internacional, ¿quién sabe si Occidente no se sumará de nuevo a tiempos oscuros de drama?


Antes la labor asistencial y caritativa la ejercía básicamente la iglesia. A los misioneros y demás religiosos y seglares que hay bajo la órbita de la Iglesia, se les sumó en la encomiable tarea de ayuda al prójimo el trabajo de miles de voluntarios que desde múltiples organizaciones colaboran para que las vidas de las personas más desfavorecidas puedan ser verdaderamente dignas. No sólo la ayuda en los países en conflicto, sino también en nuestro primer mundo llevan a cabo sus tareas de ayuda y concienciación. Y aunque yo mismo tengo mis salvedades con ciertas dinámicas y teorizaciones, no hay que dejar de lado y sí alabar la necesaria labor que realizan de ayuda a los demás.


En el capítulo de hoy traigo a otro pariente que descubrí gracias a mis investigaciones genealógicas, y que es protagonista de esta ayuda laica a los más desfavorecidos del mundo. Hablo de José Antonio Bastos Amigo, coordinador de Salud en el Comité Internacional de la Cruz Roja y presidente de la ONG Médicos Sin Fronteras. Especialista de la salud familiar y enfermedades tropicales, desde hace décadas ha llevado su conocimiento y altruismo a los rincones más castigados del planeta, allá donde las guerras hacían estragos entre la población: Kurdistán, Somalia, Angola, Tanzania, Congo,... Y es que esa necesidad de paliar el sufrimiento de las gentes del planeta a causa de las guerras, quizás le venga inspirada por el sufrimiento de su propia familia en nuestra propia guerra. Nacido en Jaca (Huesca), José Antonio era nieto de dos de las miles de víctimas de nuestra Guerra Civil. Uno de sus abuelos fue Joaquín Amigo Aguado, catedrático granadino y escritor asesinado por los frentepopulistas en Ronda en 1936, y del que ya hablé en esta sección genealógica el verano pasado por ser primo 3º de mi bisabuelo José María Garrido. En concreto José Antonio era hijo de mi pariente Lourdes Amigo de la Quintana, y del General y subdirector del CESID Santiago Bastos Noreña, hijo a su vez de otro militar asesinado en la Guerra Civil, Antonio Bastos Ansart, siendo Santiago asimismo objetivo de dos planes terroristas de asesinato, uno de la extrema derecha y otro de ETA, que por suerte no llegaron a realizarse. A nuestro homenajeado José Antonio su dedicación al campo de la salud quizás le venga por reflejo de otros miembros de su familia, como eran las figuras de dos de sus tíos abuelos, el médico Manuel Bastos Ansart o el granadino y miembro de la Real Academia Nacional de Medicina Primitivo de la Quintana López.


Tras la pérdida de sus padres en un trágico accidente de tráfico hace unos pocos años, imagino que José Antonio sigue dando todo su ser para ayudar a los demás. Que así siga siendo, enhorabuena.


Para saber más:

Currículum de José Antonio Bastos: https://www.uv.es/ramcv/2012/VI.III_03_CV_Dr._Bastos.pdf

Entrevista en La Sexta: https://www.lasexta.com/programas/al-rojo-vivo/entrevistas/jose-antonio-bastos-presidente-medicos-fronteras-estoy-profundamente-decepcionado-europa_20150915572481e44beb28d44600b0b6.html

Entrevista: https://www.lavanguardia.com/internacional/20160427/401395288021/jose-antonio-bastos-medicos-sin-fronteras-negociar-radicales.html


Fuente: La Sexta


domingo, 11 de febrero de 2024

Sucesos de antaño (VII). Tras los pasos de ETA en Madrid

Desde que tengo uso de razón, recuerdo que siempre me han fascinado las crónicas, la sucesión de acontecimientos que tienen lugar y que son resultado de los procesos históricos. Quizás por ello me interesé desde pronto por la Historia y el Periodismo, decantándome en mi formación por la rama histórica. Dentro de la historia de mi país y en general como uno de los elementos que han conformado nuestras sociedades actuales, me interesé y preocupé desde entonces por el estudio de un fenómeno como es el del terrorismo y la violencia política. Siendo nuestro país uno de los que más gravemente ha sufrido esa lacra, son ya muchos los años en los que he leído al respecto y he sacado conclusiones particulares.

En mi juventud salí del nido granadino y emprendí aquello que se supone que se ha de hacer cuando se independiza, conocer mundo. Aunque no demasiado lejos de estas tierras andaluzas, me afinqué en la capital del Reino, Madrid, para proseguir allí mis estudios, empapándome del sentir capitalino y mezclándome con todos aquellos seres y vivencias que siempre habíamos visto al otro lado de la pantalla. Eventos sociales, manifestaciones políticas.... todo en Madrid era gigantesco y abrumaba. Siendo como es la capital del país, la ciudad ha sido objetivo claro de los terroristas, y es junto a las provincias vascas y Navarra, el lugar donde más atentados, heridos y asesinados ha habido a lo largo de estos casi 50 años de Democracia.

Y aunque la situación en ese sentido estaba más tranquila, pues el GRAPO estaba aniquilado y ETA en sus horas más bajas, a pesar de ello, los terroristas rompieron su última tregua trampa con el atentado en el Aeropuerto de Barajas del fin de año de 2006, donde fueron asesinados dos ciudadanos ecuatorianos. Más tranquilidad, pero con mis ojos de cronista mientras paseaba por las calles de mi nueva ciudad, pasaba por todos aquellos lugares que un día fueron lugar de sangre y horror: la plaza de la República Dominicana, la calle del Correo, plaza de la Cruz Verde, calle Claudio Coello, calle Ríos Rosas,...

Fue en esos momentos cuando me apunté para asistir como público a uno de aquellos eventos que siempre veía a través de la televisión. Acudiría a la Audiencia Nacional a una sesión de un juicio contra un simpatizante de ETA. Mientras tanto, febrero del año 2009, me acordaba de un suceso que como granadino me impactó sobremanera y que en esos días se iban a cumplir 12 años de que ocurriera. Ya lo he comentado en mi blog, fue el atentado que ETA cometió en mi barrio de Granada con un coche bomba contra un furgón del Ejército del Aire, atentado en el que fue asesinado Domingo Puente. Un día antes de esa efeméride me levanté en mi casa del distrito de la Latina con un gesto que entonces hacía a diario: encender mi pequeña radio a pilas para escuchar las noticias de RNE mientras terminaba de espabilarme. Pero fue una acción rápida, pues las primeras noticias que oí fueron a cerca de un nuevo atentado de ETA, esta vez en Madrid, la ciudad en la que entonces residía. Rápidamente preparado, decliné asistir a mis clases de Historia en la UCM para ser testigo en vivo de un párrafo de un triste capítulo de la Historia de España.

Por suerte no hubo víctimas. Resultó ser el típico atentado etarra contra intereses económicos. En la Transición, ETA se apuntó y en cierta manera se apropió del movimiento ecologista en el País Vasco cuando atentó en innumerables veces contra las empresas que estaban involucradas en la construcción de la Central Nuclear de Lemóniz. Tras muchísimos atentados en los que murieron asesinadas y resultaron heridas decenas de personas, el proyecto nuclear se paró, dando así una victoria moral a los terroristas. Diez años después los terroristas quisieron emular esa victoria con una cadena de atentados contra empresas y personas que estaban involucradas en la construcción de la autovía de Leizarán, entre Guipúzcoa y Navarra. Debido a la presión etarra, el trazado se modificó. En la ocasión que aquí nos ocupa, los terroristas se involucraron de nuevo en una campaña de atentados contra empresas que estaban relacionadas con la construcción de la Y Vasca, la conexión ferroviaria entre las capitales vascas y Francia. Sólo dos meses antes, en diciembre de 2008, los etarras asesinaron en Guipúzcoa al constructor Ignacio Uría, cuya empresa tenía una concesión para construir en la Y Vasca.

Otra de esas empresas adjudicatarias para la construcción de esa vía de alta velocidad era Ferrovial-Agromán. Y fue precisamente en la sede que dicha empresa tiene en Madrid, donde los terroristas colocaron un coche bomba, en la calle Ribera del Loira, junto a las vías del tren y bajo un puente. La explosión afectó gravemente a los vehículos cercanos, y levemente en apariencia al edificio atacado. Cuando salí de la estación de metro más cercana, en las cercanías del Parque Juan Carlos I, pasé por el Palacio de Congresos, la zona de IFEMA, donde también ETA estalló otro coche bomba horas antes de la inauguración de la Feria ARCO, ese mismo día de 2005, 4 años antes. Entonces, más de 40 personas resultaron heridas. Acordándome de aquello, llegué a la zona más cercana que permitía el perímetro policial, la calle Ribera del Sena, justo al otro lado de la vía férrea con una amplia visión de la zona afectada. Allí y con las exclamaciones exageradas de una lugareña, curiosos y periodistas nos asomábamos al delirio de unos vascos que venían a Madrid de la única manera que sabían. Fue la tercera vez en mi vida que fui testigo presencial de los efectos inmediatos de un atentado terrorista, esta vez fuera de mi ciudad. Aquel fue el último atentado de ETA en Madrid, y ese año fue el último en que la banda asesinó en España, siendo 2010, el año del último asesinato de la banda, ocurrido en Francia. Por fin, en 2011 la banda terrorista anuncia el cese definitivo de la violencia. Tantos años y tanto sufrimiento después, aquello queda como un mal sueño.

Cuando ocurrió aquel atentado, me llamó la atención su coincidencia en el tiempo con el juicio al que iba a asistir como público justo al día siguiente. Al saber del atentado y pensando en los acompañantes del enjuiciado, se me ocurrió aquello de que "estos no han venido solos". Y un día después allí me vi en la Audiencia Nacional, en compañía de otras personas con las que compartía pensamientos políticos, entrando como ciudadanos a un juicio a puerta abierta contra Pedro María Olano Zabala, candidato que fue de ANV. En el juicio se le acusaba de amenazas de muerte en 2007 contra Regina Otaola, alcaldesa de Lizartza (Guipúzcoa) por el PP. Allí me encontré en la entrada del edificio, arropando a la alcaldesa, que se encontraba acompañada de otros dirigentes del PP vasco como Arantza Quiroga y Leopoldo Barreda. Ya en la sala, y bajo la presidencia del juez Javier Gómez Bermúdez, el acusado se sentaba frente a nosotros. Mi percepción del momento, fue claramente de impacto de encontrarme en un lugar así, como tantas veces había visto en la televisión con rabia y asco por los que allí se sentaban acusados de tan viles crímenes. Días después, la Audiencia lo condenó a dos años de cárcel por dichas amenazas. Y aunque evitó la cárcel, fue detenido en enero de 2010 y enviado a prisión como miembro de un grupo de ETA que atentó en 2001 hasta en 3 ocasiones contra el entonces presidente del Gobierno José María Aznar. Olano era el responsable de un lanzamisiles que activaron contra el avión de Aznar durante sendas visitas al País Vasco durante su campaña electoral. Por suerte, el lanzamisiles tenía un fallo y no pudo lanzar los misiles, por lo que ETA no pudo modificar la Historia de España. Eso sí, Aznar puede considerarse un gran superviviente de ETA, pues a esos tres intentos de asesinato en 2001 habría que sumarle el atentado que sufrió en Madrid con coche bomba en 1995 cuando era candidato a la presidencia del gobierno, y que casi le cuesta la vida.

En aquellos días de febrero de 2009 vi la cara al Terrorismo, desde dos perspectivas que aquí dejo para mis memorias. Y repito, que sólo se quede en un mal sueño.

Yo con otras personas cerca de Regina Otaola en la entrada de la Audiencia Nacional. Fuente: https://www.elmundo.es/elmundo/2009/02/10/espana/1234277873.html

viernes, 9 de febrero de 2024

...Y al fin, los Reyes Magos

Hoy el periódico semanal alicantino Escaparate (Nº1208) ha publicado un artículo que les envié sobre la visita que mi madre y yo hicimos el otro día a la localidad de Ibi para conocer una de las esculturas que hizo nuestro tío Aurelio. He aquí el artículo:

En todo ser humano hay anhelos, deseos vitales por cumplir, aquellos que dan sentido o endulzan la vida, y que cuando son realizados dejan una satisfacción o paz interior del deber cumplido. Sin duda alguna mi madre y yo así nos sentimos desde que el otro día pudimos pasear por las calles de Ibi, un lugar en el mapa que alejado de nosotros físicamente, sentíamos tan cercano que era inexcusable no pasear aunque sólo fuera una vez por esas calles, iluminadas por una potente estrella tan familiar para nosotros.

 

El transcurso de la Historia, las características personales y el entorno familiar y social nos llevan a cada uno por caminos diversos, que sabiendo cómo comenzaron, mientras caminamos no podemos aventurar el final del mismo. Hace 50 años, nuestro tío Aurelio López Azaustre, en su senda artística y personal circunscrita en su mayoría a Granada y aledaños, dio un salto gigante hacia tierras levantinas, donde situó un importante hito en su trayectoria vital, siendo éste uno de los elementos por los que más se le recuerda a nivel artístico.

 

Siguiendo ese camino que nos dictaba el corazón, mi madre y yo cruzábamos las tierras alicantinas con un objetivo claro, ser testigos y admiradores presenciales de una de las creaciones esculturales más importantes de nuestro tío: los Reyes Magos de Ibi. Pisando por fin suelo ibense y no transcurriendo mucho tiempo en nuestro camino por aquellas calles desconocidas, de repente a lo lejos vislumbré una parte de esa silueta tan recordada. Por fin en aquella plaza y ante el majestuoso monumento y con algunas lágrimas en los ojos presentamos nuestros respetos y homenaje a la memoria del tito Aurelio delante de tan lustroso testigo. Mi madre volvió a estar delante del monumento, esas figuras tan queridas en nuestra familia, y rememoraba cómo hace 50 años fue testigo del proceso de realización del mismo, en una visita a nuestro tío en su taller en Granada. Hoy en un emplazamiento diferente, con la ausencia de ya muchos y la piel y el pelo lastrados por el paso de los años, las figuras del monumento tras inclemencias, roturas y accidentes que casi le cuestan la integridad, permanecen incólumes a pesar de todo.

 

De pie ante aquellas figuras como en un acto de reverencia familiar y con la emoción contenida tras medio siglo de una vida vivida, dimos los pasos que dio Aurelio hace varias décadas, cuando esta plaza era un descampado, totalmente irreconocible a como hoy se nos presenta el lugar. Enternecidos ante su firma en la parte trasera del monumento, nos sentamos a su lado para empaparnos de todas aquellas sensaciones que pudiera otorgarnos el gran conjunto, con lástima ante la pronta despedida, pues junto al monumento nos sentíamos como en nuestro hogar. De repente, un grupo de chiquillos se adueñó de la plaza para hacer aquello que hacen los niños, jugar. Yo, que soy de naturaleza pausada, y amante y protector del patrimonio, más si este es tan familiar, empecé a temer a aquella veloz pelota de fútbol que, dramáticamente para nosotros, demasiado se acercaba a la escultura. Pero tras unos momentos inquietantes, comprendí que los niños jugaban en el mejor lugar posible, junto al monumento del juguete (con balón incluido) que representa precisamente la ilusión infantil por el juego. Y en unos tiempos como los actuales en los que tristemente la infancia ha dejado de jugar sanamente, aquel panorama de los chiquillos jugando bajo los Reyes Magos del tito, en cierta manera era un simbólico espectáculo visual. Insto a que mantengan como hasta ahora protegido y cuidado el monumento, patrimonio de todos y buque insignia de Ibi, pero ¡que los niños sigan jugando!


Francisco J. Canales-“Azaustre




https://www.escaparatedigital.com/no-1208/