Gracias
a mis recientes labores bibliotecarias pude dar con un documento muy importante
para el estudio de la historia de la violencia política y social ocurrida en
España a lo largo de la conflictiva década de 1930. Se trata de La destrucción del tesoro artístico de España. Informe sobre la obra destructora realizada por el marxismo en el patrimonio español de arte, de 1931 a 1937, un listado
compilado en 1938 por Antonio Gallego y Burín (1895-1961), que más tarde sería
alcalde franquista de la ciudad de Granada, y que en ese momento era presidente
de la Comisión Provincial de monumentos de Granada. El motivo del libro, unir
en un documento la relación de arte, sobre todo religioso, destruido a lo largo
de esos años a manos de la izquierda política y social, o como en aquel momento
desde una perspectiva franquista denominaban ‘a manos de los marxistas’. Las
Comisiones Provinciales hicieron inventario del patrimonio artístico que a lo
largo de las provincias se dañó o perdió para siempre a causa de los ataques
perpetrados por grupos de personas cuya ideología se enclavaba en la dialéctica
de la lucha contra el orden social establecido, y sus máximos representantes,
Nobleza y Burguesía y Clero; un inventario que pretendía ser testimonio de cara
al exterior de lo que ellos consideraban barbarie y anarquía de la ‘hoz y el
martillo’.
La
destrucción supuso una importante pérdida para el arte de nuestro país,
perdiéndose para siempre obras de incalculable valor como un Crucificado de
Pedro de Mena en la malagueña iglesia de Santo Domingo o un lienzo de San
Sebastián en el Seminario de Málaga, obra de José Ribera ‘el Españoleto’.
Otras, dañadas dramáticamente tuvieron que ser restauradas al concluir la
Guerra Civil, como es el caso del Alcázar de Toledo. La animadversión hacia la
clase religiosa resultó de fatales consecuencias no sólo para la vida de muchos
religiosos, sino que la furia iconoclasta nos hizo perder para siempre tallas o
monumentos que ahora puede que tan sólo queden en algunas fotografías en blanco
y negro.
A
continuación muestro la relación de arte que fue dañado o destruido en nuestra
provincia de Granada y que fue descrito en las localidades que en ese momento
estaban en manos del bando franquista, así como algunas fotos que ilustran el
monumento o el estado en que quedó tras los ataques, extrayéndolo todo de este
libro.
Ciudad
de Granada
El
autor comenta que Granada se libró de los ataques a partir del 21 de julio de
1936 cuando se incorporó al ‘glorioso Movimiento Nacional’, pero que
anteriormente ya había sufrido atentados el 11 de mayo de 1931 hasta el 10 de
agosto de 1932, y luego desde el 9 de diciembre de 1933 al 10 de marzo de 1936.
-Iglesia
parroquial de San Nicolás.
Fue
incendiada el 10 de Agosto de 1932 (día que ocurrió el golpe de estado fallido
conocido como la Sanjurjada), quedando destruida quedando tan sólo los muros en pie.
Desaparece toda su decoración y retablos del siglo XVIII entre los que el autor
menciona uno dedicado a la Inmaculada y un tabernáculo (1797-1802) realizado por Juan Salmerón; el
púlpito de igual época, un cuadro del siglo XVII de Melchor de Guevara; dos
esculturas de San Nicolás (una de un retablo de 1539-1542 de Esteban Sánchez, y
la otra del siglo XVIII de Juan José Salazar), así como otras obras de menor
interés, e incluso la Cruz de piedra que había en el centro de la plaza frente
a la iglesia.
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Dibujo del interior de la Iglesia de San Nicolás |
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Interior y Capilla Mayor de la Iglesia de San Nicolás tras el incendio sufrido en agosto de 1932 |
-Iglesia
de San Luis.
Levantada
sobre la antigua mezquita de Azafa en 1526, se vio afectada por un incendio el
9 de Diciembre de 1933, quedando destruida y perdiéndose todas las obras que
albergaba: techumbre de alfarje realizada por Juan Ruiz, detalles barrocos, el
retablo mayor del siglo XVIII con esculturas de San Luis y la Virgen (siglo
XVI) y de San Agustín y Santa Isabel de los Abades (siglo XVII), otro retablo
del siglo XVIII en la capilla del Cristo de la Luz con su imagen; un San Juan
de Dios de la escuela de José de Mora, además de otros retablos, estatuas y
cuadros. Además su archivo parroquial resultó destruido en 1936 cuando fue
incendiada la Iglesia del Salvador, que lo conservaba cuando fue suprimida como
parroquia en 1842.
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Iglesia de San Luis, destruida en 1933. |
-Iglesia
de San Cristóbal.
Construida
a principios del siglo XVI, se la intentó incendiar el 10 de Marzo de 1936,
pero los incendiarios tan sólo llegaron a quemar la puerta de entrada de la
iglesia. Pero en su interior realizaron una pira amontonando los bancos de la
misma con las imágenes y cuadros que en ella había, desapareciendo ahí mismo.
Entre los objetos destruidos había una pequeña escultura de la Virgen, una de
San José, una escultura de vestir de una Dolorosa del siglo XVIII, un San
Benito del siglo XVII, así como diversos cuadros. A la imagen de San Blas le
fueron cortadas cabeza y manos, conservándose el resto de la imagen. La estatua
policromada de San Cristóbal de Baltasar de Arce resultó dañada por el humo del
incendio, cuyo retablo de Juan de Maeda de 1560-1565 quedó destrozado. El
archivo parroquial también se perdió en el incendio de la Iglesia del Salvador
de 1936.
-Iglesia
parroquial del Salvador.
Levantada
donde se encontraba la Mezquita Mayor del Albayzín, proyección del discípulo de
Diego de Siloé, Juan de Maeda, y continuación de Juan Martínez y Juan de la
Vega. Se intentó incendiar esta iglesia el 9 de Diciembre de 1933 durante la
insurrección anarquista que se levantó en el país durante aquellas jornadas.
Tan sólo se causó deterioros en algunas obras de arte. Pero posteriormente se
causó su destrucción completa el 10 de Marzo de 1936, tanto del edificio como
lo que él contenía. Sólo quedaron en pie muros y arcos. Fue pasto de las
llamas: el alfarje de la capilla mayor, la armadura mudéjar, el coro del siglo
XVIII, todos los altares, retablos e imágenes. Y lo que el fuego no consumió,
fue destruido (púlpito, pilas, Sacristía, archivo, vivienda rectoral y de sacristanes,…). El ataque causó también daños a la parte que se conservaba de
la antigua mezquita en el jardín de la parroquia. Algunas de las obras perdidas
fueron las esculturas de San Martín y San Blas (de 1604 por Bernabé de
Gaviria), la Virgen de los Remedios (siglo XVII), la Virgen de Loreto (de 1629
por Alonso de Mena), un San José (del siglo XVIII del círculo de Felipe
González), la imagen de Cristo recogiendo la túnica dentro de una urna del
siglo XVII, de José de Mora, así como otras de menos valor. Las pinturas
destruidas son: un cuadro de la Transfiguración y otros dos de San Miguel y la
Imposición de la casulla a San Ildefonso, atribuidos a Pedro de Moya (siglo
XVII), una Purísima (de la misma escuela), otra del pintor granadino Ambrosio
Martínez (siglo XVII), una tabla del Ecce-Homo atribuida a Morales, una copia
de la Quinta Angustia de Van Dick, dos retratos de Felipe V y su esposa, un
Crucificado del siglo XVII, y dos Inmaculadas, una anónima, y la otra de Pedro
Atanasio Bocanegra, discípulo de Alonso Cano, etc. Queda destrozada la pila de
agua bendita, siendo una taza de fuente árabe, se pierden cuatro custodias de
plata, diez cálices, una cruz de plata, tres portapaces, así como otros
ornamentos. El Archivo se pierde por completo (que además englobaba los de las
suprimidas parroquias de San Luis, San Cristóbal, Santa Isabel de los Abades,
San Gregorio, San Bartolomé), siendo esto además un verdadero drama para los
genealogistas que como yo, tenemos buena parte de nuestro árbol genealógico en
aquella zona del Albayzín, así como para historiadores que han perdido con ello
una magnífica fuente de conocimiento histórico, pues los documentos destruidos
llegaban hasta principios de siglo XVI. De la destrucción tan sólo se salvó un
relieve del Salvador de Gaviria, una Purísima, una Virgencita con el Niño del
círculo de Alonso de Mena, un Crucifijo de la escuela de Pablo de Rojas, y las
estatuas en madera del Salvador y la Virgen, ésta de Diego de Siloé, pero que
resultaron dañadas por las pedradas de las que fueron objeto al estar colocadas
en las dos portadas de la iglesia.
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Iglesia del Salvador destruida en 1936. |
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Estado en que quedó la Capilla Mayor de la Iglesia del Salvador tras el incendio de 1936. Era obra de 1592 de Juan Martínez y Juan de la Vega, discípulos de Diego de Siloé. |
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Lienzo de 'La Transfiguración', de Pedro de Moya, destruido en el incendio en 1936 de la Iglesia del Salvador. |
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'Virgen de Loreto', obra de 1629 de Alonso de Mena, destruida en 1936 en el incendio de la Iglesia del Salvador. |
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'Cristo recogiendo la túnica', obra de José de Mora, destruida en 1936 en el incendio de la Iglesia del Salvador. |
-Convento
de Santo Tomás de Villanueva.
Residencia
de monjas agustinas del siglo XVII junto a las murallas del Albayzín con una
Iglesia. Sufre varios intentos de incendio tras la Sanjurjada de 1932, y el 10
de Marzo de 1936 se destruye por completo su interior, así como la Iglesia. Se
pierden los coros, un cuadro de la Sagrada Familia del pintor José Risueño
(siglo XVII), esculturas de la escuela andaluza y otros lienzos. Se rescataron
obras destrozadas de su sótano, como tres esculturas de santos agustinos del
siglo XVII, una de ellas con la cabeza cortada, y otra de Santo Tomás que se
ubicaba en la hornacina de la puerta y que fue destrozada a pedradas. Los
violentos asaltaron el convento, llevándose puertas y ventanas, así como
destrozando las cruces de las tumbas de su cementerio.
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Esculturas de santos agustinos que estaban en el Convento de Santo Tomás de Villanueva y que resultaron dañadas en el asalto e incendio del convento en 1936. |
-Iglesia
de San Gregorio Bético.
Construida
a partir de 1583, sufrió un intento de incendio el 10 de Marzo de 1936,
resultando afectada tan sólo la parte destinada a convento de las monjas
dominicas.
-Ex
Convento de Belén.
Fue
residencia de los Mercedarios y tras la Desamortización del siglo XIX se
convirtió en prisión, albergando una iglesia barroca de 1708. El autor la
incluye aquí entre caso de violencia anticlerical, pero fue demolida por una
decisión del Ayuntamiento de Granada en 1933 en contra de los informes de los
organismos técnicos.
-Cruces,
capillas y hornacinas.
Derribadas
muchas cruces que se levantaban en plazas y otros rincones desde los siglos XVI
y XVII. Algunas fueron reconstruidas posteriormente. A partir de agosto de 1932
tras la Sanjurjada, se destruyeron las Cruces de la Rauda, San Miguel, San
Bartolomé, la de la Alhambra, la de la Cruz Blanca, San Nicolás, San Gregorio,
Sacro Monte,… Se destruyeron igualmente varias capillas como la de San Cecilio
ubicada en las murallas del Albayzín desde 1752. Y diversas hornacinas barrocas
les fueron arrancados sus lienzos o esculturas, como la del camino del Sacro
Monte, la Cuesta del Chapiz, San Luis, Aljibe del Trillo,….
-Teatro
Isabel la Católica.
Fue
edificado entre 1864 y 1865 e incendiado el 10 de Marzo de 1936, quedando
totalmente destruido. Lo único reseñable del edificio era su techo con
alegorías de las Artes, pintado por Eduardo García Guerra, imitador de Fortuny,
el telón de boca de José Marcelo Contreras y otras decoraciones de Manuel
Dardella.
-Casino
Principal.
Incendiado
el 10 de Agosto de 1932 durante la Sanjurjada. En él se conservaban tres
cuadros del pintor Manuel Gómez-Moreno González (siglo XIX) así como otros de
Gabriel Morcillo y Tomás Muñoz Lucena, que resultaron destruidos.
-Daños
causados por la aviación marxista de 1936 a 1937.
Durante
la Guerra Civil, el autor menciona los destrozos causados por el bando
republicano a algunos monumentos de Granada, sin graves daños: Palacio del
Colegio Notarial del siglo XVIII, Hospital de San Juan de Dios del siglo XVII,
Iglesia de los Santos Justo y Pastor del siglo XVI, Sacro Monte del siglo XVII,
éste último si se vio afectado gravemente por la explosión de tres bombas. La
metralla afectó además levemente a la Alhambra, el Generalife, la Capilla de
los Reyes Católicos y la Catedral, en cuya casa de Sacristanes explotó una
bomba.
Relación
de daños de algunos pueblos de la provincia, que en la fecha de la realización
del texto en 1937 ya habían sido tomados por el ejército franquista durante la Guerra Civil.
Alhama
-Iglesia
Mayor parroquial de la Encarnación.
Fundada
por los Reyes Católicos, la concluyó el arquitecto Enrique Egas. Fue asaltada
en 1936, pero se salvó su estructura al ser completamente de piedra, y fue
destinada a refugio de personas y animales, no sufriendo por tanto grandes
daños. Pero todo lo que contenía, retablos, órganos, cuadros, imágenes,… se han
perdido, quedando tan sólo trozos de la cabeza de una Inmaculada del siglo
XVIII y los rostros de una Virgen de los Dolores, un San Rafael y un Niño
Jesús. Tan sólo se salvaron cinco cuadros dada la altura en la que estaban
colocados. Y de piezas de metal se han salvado algunas de escaso valor y muy
deterioradas. Se pudo recuperar un conjunto de ropas litúrgicas del siglo XVI,
quizás obra de Francisco Barrientos. En cambio el archivo parroquial
desapareció completamente.
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Cabeza de Inmaculada de la Iglesia parroquial de Alhama, cuando fue saqueada en 1936. |
-Iglesia
del Carmen.
Iglesia
de finales del siglo XVI que formaba parte de un convento desaparecido. Aquí se
instaló la Casa del Pueblo, quedando pues desmantelada, y destruidos los
retablos (excepto unos de yeso y la decoración del camarín), entre los que
había uno de los mejores granadinos de época barroca, así como imágenes y
pinturas.
-Convento
de San Diego.
Conjunto
de edificios cuya iglesia sufrió graves daños, y ennegrecido por los humos
resultantes del incendio sufrido. Sus campanas fueron desmontadas, los altares
y retablos destruidos, así como cuadros e imágenes. El resto de edificios se
hundieron y quemaron, destruyéndose las pinturas de su claustro. Se derribó la
imagen de la Inmaculada del siglo XVIII que se ubicaba en el jardín. Incluso
los sepulcros se profanaron, extrayéndose los cadáveres.
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Iglesia del convento de San Diego tras el saqueo sufrido en 1936. |
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Tumbas profanadas en el convento de San Diego en 1936. Sobre los nichos, los revolucionarios escribieron irónicamente: "Respetad a los muertos" |
-Ermita
de los Remedios.
Del
siglo XVI, se convirtió en vivienda a manos de ‘los marxistas’, arrancando de
ella los retablos. Se salvó la ornamentación de yeso de las bóvedas y las
pinturas del camarín. Se destruyeron unas pinturas murales del siglo XVI.
-Ermita
de las Angustias.
Edificio
del siglo XVII que resultó ennegrecido por las hogueras, pero que se salvó por
haber servido de vivienda. De su interior desaparecieron retablos, cuadros e
imágenes.
-Ermita
de la Virgen de la Peña.
Quedó
en la misma situación de la Ermita anterior.
Almuñecar
-Iglesia
parroquial Mayor.
Se
terminó en el año 1600. Se destinó como polvorín a mano de ‘los rojos’, y el
autor comenta que tras ser ‘reconquistada Almuñecar’ sufrió un bombardeo por la
‘aviación marxista’, pese a lo cual su estructura no sufrió grandes daños. De
su interior se destruyeron todos los retablos (en su mayoría del siglo XVIII),
los cuales se utilizaron para leña. Además se pierden casi todas las
esculturas, entre las cuales se incluyen tres Crucificados del siglo XVI,
apareciendo tan sólo la cabeza de uno y el brazo de otro; una Virgen de los
Dolores del siglo XVII a la que se decapitó; y otra Virgen del siglo XVII de
madera y plata que sufrió grandes destrozos. Se pudo salvar una Custodia del
siglo XVII y otras piezas de orfebrería de la misma época y una casulla de
terciopelo rojo e imaginería del siglo XVI por haberse podido ocultar.
El
autor comenta también que todas las Ermitas de Almuñecar sufrieron grandes
daños.
Ítrabo
-Iglesia
parroquial de San Antonio.
Edificio
del siglo XVIII que se destinó por parte de los republicanos a oficina de
trabajos agrícolas, por lo que se ha podido conservar algunos retablos sin
interés artístico, en cambio los del siglo XVIII y demás enseres de la iglesia
fueron destruidos. Comenta además que las pilas de agua bendita se utilizaron
para dar de comer a los cerdos, que casi todas las imágenes se destruyeron y
parte de sus restos se quemaron, desapareciendo un Crucifijo, un grupo de Santa
Ana, la Virgen y el Niño y una Inmaculada de la escuela de Alonso Cano. Se
pudieron recoger restos de algunas esculturas de los siglos XVII y XVIII. Entre
las pinturas destruidas aparecen dos cuadros del tipo de los de José Risueño.
El Archivo parroquial igualmente queda destruido.
Lobres
-Iglesia
parroquial de San Juan Crisóstomo.
Edificio
mudéjar del siglo XVI que se libró del incendio porque en él se ubicaba la
Sociedad Obrera. Las imágenes y cuadros que contenía los quemaron a las afueras
del pueblo, y destruyeron sus altares. Tan sólo se salvaron tres esculturas del
Niño Jesús del siglo XVIII y algunos objetos de plata.
Molvízar
-Iglesia
parroquial de Santa Ana.
Edificio
del siglo XVIII, se perdieron todos sus altares y gran parte del mobiliario y
decoración. Sus esculturas se tiraron a un cercano barranco que fueron
arrastradas por las aguas al mar, de donde se pudieron recuperar algunas, del
siglo XVI, pero igualmente deterioradas. Entre las pinturas destruidas había
dos retratos de los reyes Carlos III y Carlos IV y un San Jerónimo quizás de
Murillo. El Archivo quedó también destruido.
Motril
Dice
Gallegó Burín que este pueblo ha sido el que más daños sufrió ‘bajo el dominio
marxista’, pues no sólo se destruyeron iglesias, sino manzanas enteras de
edificios. Comenta igualmente que las imágenes más veneradas fueron destruidas
y amontonadas en el Matadero municipal.
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Restos de imágenes de las iglesias de Motril amontonados en el Matadero municipal tras los saqueos de 1936. |
-Iglesia
Mayor de la Encarnación.
Fue
erigida por el Cardenal Mendoza en el siglo XVI, con terminación posterior.
Estuvo ocupado durante seis meses. De este edificio tan sólo se salvó su
arquitectura y los objetos que como las verjas de las capillas, pudieron servir
para la cárcel en que se convirtió la iglesia. Del resto del templo se destruyó
todo. Se perdió el retablo mayor, barroco del siglo XVII y los demás del siglo
XVIII. Casi todas las imágenes se destruyeron, como las de San José y el Niño
del siglo XVII, un Niño Jesús de la escuela de Pedro de Mena, un Crucificado
del siglo XVI y un Nazareno y una Santa Teresa. Los cuadros fueron también
destruidos, entre los que se contaba el de una Inmaculada del siglo XVII de
Ambrosio Martínez y unos lienzos de escuela italiana en la capilla del
Cardenal. Casi todos los objetos de metal y plata se pudieron salvar, no así el
Archivo parroquial.
-Santuario
de la Virgen de la Cabeza.
Patrona
de Motril, se construyó en el emplazamiento de una antigua ermita. Se le
despojó de altares y decoración, se incendió y se desmontaron sus
techumbres. Su retablo mayor barroco del siglo XVIII con esculturas
desapareció, salvándose tan sólo la imagen de la Virgen titular del siglo XVI.
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Santuario de la Virgen de la Cabeza de Motril destruido en 1936. |
-Iglesia
de los Hospitalicios.
Iglesia
del Hospital de Santa Ana fundado por los Reyes Católicos. Dado que se utilizó
como cuartel, no fue incendiado. Pero sus altares e imágenes fueron destruidos,
salvándose sólo la decoración barroca de yeso. Una de las obras perdidas era un
Crucificado del siglo XVII.
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Crucificado de principios del siglo XVII en la Iglesia de los Hospitalicios de Motril, destruida en 1936. |
-Iglesia
de Capuchinos.
En
ella había instalado un Hospital, y por ello y por albergar un almacén se salvó
de las llamas. Tras la toma de Motril por parte de los sublevados franquistas,
fue bombardeada por la aviación republicana, destruyéndose una imagen de la
Divina Pastora del siglo XVIII, una Inmaculada de la escuela de Alonso Cano, a
la que se extrajeron los ojos, y otras dos imágenes al estilo de Alonso de
Mena, cuyos restos aparecieron en los montones de leña del Matadero municipal.
-Convento
de Agustinos.
Conjunto
barroco y mudéjar. La iglesia y el convento sufrieron una masiva destrucción a
causa del saqueo e incendio.
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Iglesia del convento de los Agustinos de Motril tras la destrucción de 1936. |
-Convento
de Monjas Nazarenas.
De
la Orden de San Agustín, la iglesia no sufrió grandes daños, pero resultó
saqueada, quedando tan sólo en su interior dos pequeños retablos del siglo XIX.
-Ermitas.
Todas
fueron desmanteladas, y de las más importantes (San Antonio y la de la Aurora) del
siglo XVIII tan sólo quedan parte de sus muros.
Salobreña
-Iglesia
parroquial del Rosario.
Edificio
mudéjar del siglo XVI. Fue asaltada en 1936 y convertida en comedor, por lo que
se pudo conservar el edificio. Su ornamentación y obras de arte desaparecieron,
como los retablos de los siglos XVII y XVIII, sus imágenes fueron arrojadas
al tajo que hay frente a la iglesia, de donde se pudieron recoger destrozadas.
Se pierden imágenes como el Niño de la Virgen del Rosario (ésta rescatada) del
siglo XVI; los brazos y un pie de un Cristo del siglo XVII; una Virgen del tipo
de Alonso de Mena, de la que sólo quedaron el rostro y un trozo de cuerpo; una
Santa Rita del siglo XVIII de la que sólo quedó el cuerpo,… Se pudieron
recuperar objetos de metal que los ‘marxistas’ abandonaron en su huída, entre
las que sobresalen una Custodia de cobre del siglo XVI, un cetro, y una Virgen
con vestiduras de plata.
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Restos de imágenes de la Iglesia parroquial de Salobreña, tras ser recogidas de un barranco donde fueron arrojadas por los revolucionarios en 1936. |
Vélez
Benaudalla
-Iglesia
parroquial de San Antonio.
Edificio
neoclásico que fue asaltado en 1936 y destinado a almacén, por lo que la estructura
pudo salvarse, pero sus altares y mobiliario se incendiaron, se destrozó su
púlpito y pilas del siglo XVIII, quemando también cuadros y esculturas. Tan
sólo se pudo salvar la escultura de un Niño de un San Antonio. Y de pintura se
han perdido un lienzo del Salvador y otro de la Degollación del Bautista, ambos
de Pedro Atanasio Bocanegra; otro cuadro del siglo XVII de Jesús y San Juan. Se
pudieron salvar los dos cuadros de Cristo con la Cruz y el pasaje de la vida de
un santo, del siglo XVII; una Inmaculada y otra Inmaculada y una Asunción del
mismo Bocanegra. Se perdió además un tapiz de Bruselas del siglo XVII que
representaba unas bodas reales, pues quedó carbonizado.
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El Archivo Histórico Provincial de Granada colgó en su página web información referente también a la destrucción del patrimonio español en el contexto de la Guerra Civil que realizó Gallego y Burín, como documento del mes en octubre de 2012. Aquí se puede ver dicho documento:
Información del libro en cuestión en la Biblioteca Virtual de Andalucía: