martes, 30 de mayo de 2023

Serenatas IV. Mayo eurovisivo

Concluye mayo, un mes nefasto para mi integridad física. Tal como dije, uno de los pocos placeres que tengo en esos días es la celebración a mediados de mes del Festival de Eurovisión, concurso de la canción criticado en muchos sectores, ya bien sea por el cariz político que aducen tiene para el éxito de un país u otro, o por cuestiones de diversidad y de libertad sexual, tal como criticó el gobierno ultraderechista de Hungría al verlo como un festival algo así como demasiado gay.


Y si bien el espectáculo en muchas ocasiones ha dado que hablar, de unos años a esta parte lo sigo con asiduidad. Cuando era chico lo teníamos presente, lo recuerdo de forma vaga como algo destacable en dichas jornadas primaverales. Para muchos granadinos el año 2002 nos supuso un foco de atracción por la participación de nuestra conciudadana Rosa López representando a España. Y más en mi familia, como vecinos que éramos de su familia, y tras el éxito televisivo cosechado entonces del fenómeno audiovisual de Operación Triunfo en su primera edición.



Tras unos años insulsos en el que España en el Festival era sinónimo de mediocridad y chiste (recuerden en 2008 al Chikilicuatre), ha habido algunos atisbos de éxito para España, pero que incomprensiblemente para mí no llegaron a ganar, pues considero eran temas buenos y potentes, como los de Pastora Soler en 2012, Ruth Lorenzo en 2014, o Chanel en 2022.


Pero como además de lirismo y musicalidad (primeros tiempos del festival, en blanco y negro) a partir de los 2000, a ello habría que sumar la espectacularidad, y a las canciones se le sumaría toda una panoplia de luminotecnia y teatralidad que la propia canción podría verse relegada ante tales efectos. A las anteriormente citadas las vencieron Loreen en 2012 y Conchita Wurst en 2014 más espectaculares y/o inclusivas. En el caso del tercer puesto de Chanel en 2022, que seguramente podría haber ganado, le ganó la respuesta ciudadana contra Rusia y su guerra inmoral, dando así la victoria a los ucranianos.


Eurovisión, quizás de los pocos momentos televisivos que unen aún a las familias junto a las pantallas, es de las pocas retransmisiones que espero con ilusión. Aunque los prolegómenos como el Benidorm Fest en el caso español y las semifinales no me atraen, el festival en sí es momento clave en mi agenda anual de un tiempo a esta parte. Forma parte quizás de una historia europea, y de la intrahistoria de nosotros los europeos.


Pues ¿qué causa al ver y escuchar las primeras ediciones del festival? A mí que no las viví, nostalgia. Músicas de un ayer ya fenecido, músicas que quizás escucharon nuestros mayores y formaron parte de su vida. Temas inolvidables como el de Domenico Modugno (Italia, 1958) , el de Gigliola Cinquetti (Italia, 1964), el de France Gall (Luxemburgo, 1965) y otros muchos. A esos habría que sumarles los maravillosos temas españoles interpretados por Raphael, Karina, Julio Iglesias, Mocedades... Fue la época dorada de la música melódica en nuestro país. En los años 80, temas que podrían haber ganado como el del grupo Bravo en 1984 y en los 90, temas tan clásicos ya como los de Azúcar Moreno o Sergio Dalma. No tan conocido hoy en día pero potentísimo, el de Anabel Conde de 1995 pudo haber sido vencedor en dicho Festival por muy poco.


En el futuro espero que el festival siga dándonos nuevas alegrías, eso significará que Europa aún tiene ganas y capacidad de celebrarlo y una III Guerra Mundial no haya sido iniciada por Putin, el gran enemigo de Europa. La música, por mucha competición que pueda haber en el festival por conseguir ser el número uno, creo que hace más por la paz, la integración y comunión entre los europeos. Así lo veo yo.


Despido el mes acordándome del pasado festival y su canción ganadora (por segunda vez Loreen) y la número dos, las de Suecia y Finlandia respectivamente, que tanto ganó una como podría haberlo hecho la otra. Dos temazos que me acompañarán las próximas semanas hasta que dentro de casi doce meses algún otro tema lo sustituya y gane su puesto tanto en la Historia como en mis recuerdos.


Loreen representa a Suecia en Eurovisión 2023

Loreen representa a Suecia en Eurovisión 2023


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