Las noches pueden ser esos momentos de tranquilidad en los que las ideas más fácilmente fluyen. Por eso quizás, mientras en el exterior de mi habitáculo reina la tranquilidad sólo rota por el aullido de un perro lastimero, mis pensamientos chocan entre sí por lo que uno ha podido vivir o sentir en el día que concluye.
Estreno así esta sección de mi blog, que como las columnas de los periodistas de antaño, servían para plasmar en la realidad de lo tangible, la percepción del momento que vivían, ideas conectadas sobre el papel (en este caso en la invisible nube) antes de que la muerte neuronal acabe con todos esas reflexiones. A las mías las llamo serenatas, y no como el canto que el pretendiente pudiera brindar a su amada bajo su ventana, sino como las charlas que en soledad hace para sí el sereno, aquel que en la noche guarda las calles vacías de gente, que ayuda a sus conciudadanos a volver a la tranquilidad de las casas y vigila y asegura sus sueños.
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Ahora mis pensamientos se mueven alrededor de lo que acabo de ver en televisión, el programa Lo de Évole, que en La Sexta presenta el reportero Jordi Évole. Programa el de hoy relevante por la anunciada presencia de Macarena Olona, hasta el año pasado una de las dirigentes del partido de extrema derecha Vox, y que alejada desde el verano de él, ha sido vilipendiada e incomprendida por algunos de sus ex compañeros. Yo hasta el momento me sorprendía del "supuesto viraje ideológico" que aparentaba mantener desde su salida del partido, pero se ve que a pesar de que se mantiene en muchas de sus afirmaciones pasadas cuando estaba en política, apartada ya de la dinámica partidista, las modera o matiza, dejando aún muchas dudas en el tintero.
A Olona sólo la vi intervenir una vez en un mitin electoral en Granada, y lo que tuve fue el sentimiento de haber asistido a una pantomima, un teatrillo. Un entarimado que encumbraba a Olona y Abascal con muchas manifestaciones manidas y eslóganes simplones sólo tendentes a la efervescencia electoral de sus convencidos, aquellos que no quieren más debate de ideas que las que ellos y su grupo puedan tener. Me parece pues la salida de Olona una escapada de un lugar tan asfixiante como puede ser la prisión mental que son los partidos políticos, más sectarios cuanto más personalistas o populistas puedan ser. Y Vox lo es. Así que espero con curiosidad las novedades a esta entrevista política que dará mucho que hablar en los próximos días.
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Siendo la noche el final del día, cuando se siente el final de un ciclo, es cuando me acuerdo de todos aquellos cuyo ciclo vital ha terminado. Vinculado pues a este espacio, como una especie de necrológica iré nombrando a las personas allegadas que han fallecido en las últimas jornadas, para facilitar que su nombre perdure todo lo que sea posible.
El primer recuerdo lo tengo para una persona que por desgracia conocí poco, pero muy querida en amplios sectores de la ciudad. Miguel Ángel Lorenzo Rojas, primo de mi madre, fue directivo de Caja Granada, así como tesorero y vicepresidente de la peña La Platería. Murió el pasado 26 de enero en Granada. A la segunda persona la conocí algo más, primorosa y dulce señora, Carmen Lozano Pozuelo, era la abuela de Raúl, mi amigo de la infancia, y falleció el pasado 6 de febrero en Granada. Descansen en paz.
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