domingo, 6 de junio de 2021

Apuntes genealógicos V. Nicolás Ramírez Mora

En una sociedad tan numerosa en movimiento, es muy habitual ver o leer en nuestras noticias del día a día cómo diferentes accidentes o catástrofes causan decenas de muertos en muchos puntos del planeta. Antaño, esos sucesos llenaban igualmente las páginas de nuestros periódicos, como una plaga sin fin que ha cercenado las vidas de un incontable número de personas.


Hoy día en nuestro país, gracias al avance técnico y las medidas de seguridad aprendidas a lo largo de décadas tras innumerables incidentes que ocasionaron víctimas, los accidentes de tren son escasos en comparación a los ocurridos en nuestro siglo XX. No era extraño leer en las secciones de sucesos de entonces las descripciones de estos choques o descarrilamientos de trenes, así como los muertos o heridos ocasionados.


En mi investigación familiar y su consecuente rastreo, pude encontrar en la prensa antigua el triste acontecimiento que marcó trágicamente a una familia con la que estoy emparentado. El tren correo expreso de Andalucía Nº308 había salido de Madrid con rumbo a Sevilla, y el día 20 de noviembre de 1952 se salió de la vía en el kilómetro 305,200 en las proximidades de Linares (Jaén) a causa de la rotura de un raíl, cuando el tren había salido del apartadero de Cabrerizas y le quedaba un kilómetro para llegar a la estación de Vadollano. El saldo inicial de víctimas fue de 3 muertos y unos 70 heridos, 3 de los cuales fallecieron más tarde a causa de las graves heridas. Uno de los que fallecieron en el acto fue el niño de 2 años Nicolás Ramírez Mora, entonces habitante de Albacete, que viajaba con su madre Antonia Mora Agudo, la cual resultó herida grave en el accidente. El chiquillo fue enterrado al día siguiente en el cementerio de Linares.

Recorte de prensa sobre el accidente. La Vanguardia, sábado 22 de noviembre de 1952, página 6.


Nicolás era hijo además de Faustino Ramírez Céspedes y nieto de Ernesto Ramírez Canales y Luisa Céspedes Rodríguez. Por tanto Nicolás era primo 3º de mi padre, y aunque nació en la localidad jiennense de Villanueva de la Reina, y mi padre en la provincia de Granada, tanto a Nicolás como a mí nos une el solar decimonónico de nuestros Canales, Baños de la Encina (Jaén), a escasos kilómetros del lugar del accidente mortal.

Recorte de prensa sobre el accidente. Ideal, sábado 22 de noviembre de 1952, página 1.


El aliento de Nicolás se apagó demasiado pronto truncado en una vía andaluza, sin ni siquiera haber tenido la oportunidad de disfrutar una vida que ya nunca pudo ser. Ese tren nunca llegó a su destino mientras el destino del pobre Nicolás allí se quedó, ligado a unos raíles que a pesar de los años transcurridos siguen viendo pasar a miles de personas en tránsito. Que queden estas palabras como recuerdo de aquel primo.

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