lunes, 4 de diciembre de 2023

Apuntes genealógicos XVIII. Manuel Azaustre Muñoz

La Historia con letras mayúsculas, más allá de las personas pretendidamente ilustres que adornan los libros, está conformada por aquellas personas desconocidas para el gran público, que con su vida, su intrahistoria, dan forma a esas páginas, que la mayoría de las veces de manera dramática han sucedido en este proceso humano que continúa y que por tanto aún puede sorprendernos en los tiempos venideros. Frente a aquellos que como Fukuyama profetizaban a final de siglo el fin de la historia, ésta sigue su inexorable curso, dándonos en los últimos años unos sustos y preocupaciones que las generaciones futuras seguro tendrán que estudiar. ¿Y para qué? Siempre se ha dicho que la Historia es magister vitae, aquella que nos enseña lo que ha acontecido, y de lo nefasto, que nunca vuelva a ocurrir. ¿De qué sirven dos mortíferas guerras mundiales en el siglo XX si en estos dos años pende sobre nosotros la amenaza de una tercera? ¿De qué sirve la ONU?, aquella que sustituyó a una inoperante Sociedad de Naciones y que en las últimas décadas poco ha sabido hacer con el conflicto en Oriente Próximo que en las últimas semanas está llenando aquellas tierras de cadáveres otra vez?


Estas reflexiones vienen a mí de vez en cuando, en los momentos en que veo o leo las noticias diarias. Pero lo hacen ahora también cuando me centro en uno de esos parientes lejanos que tuvieron que vivir experiencias traumáticas en sus vidas, golpeadas por los avatares del destino y que hoy son testimonio histórico de nuestro pasado. Hace más de 4 años, el BOE publicó un listado con el nombre de los españoles que murieron durante la II Guerra Mundial en aquellos pudrideros infames que fueron los campos de concentración nazis salpicados por Europa. Una investigación plasmó el número de fallecidos españoles en el campo de Mauthausen (Austria) en 4.435, siendo 7.251 los españoles que allí fueron deportados. Y es que al complejo de campos de concentración de Mauthausen se le conoció como "el campo de los españoles".

Manuel Azaustre Muñoz. Fuente: YouTube

El protagonista de este escrito es un pariente lejano, que por desgracia tuvo que vivir, más bien sobrevivir, en aquel lugar de horror. La prensa indica que el 5 de mayo de 1945 los estadounidenses llegaron al campo y encontraron a unos 3.000 españoles supervivientes, y que muchos se quedaron en Francia a reiniciar su vida. Es el caso de este pariente, Manuel Azaustre Muñoz. Nació en 1917 en Valdemeca (Cuenca), como miembro de una rama de los Azaustre que salieron del tronco genealógico de Alcaudete (Jaén) dos generaciones atrás. Era hijo de  Antonio Azaustre Borias y de Ángela Muñoz Almonacid. Carabinero en el ejército republicano durante la Guerra Civil, al finalizar ésta es detenido en Francia una vez el país cayó bajo las garras nazis. Es deportado como digo a Mauthausen en 1940, lugar donde permanecerá hasta la liberación al final de la guerra mundial. En dicho lugar se dedicó a ser el peluquero de su barracón. Tras ser liberado, se casó en Burdeos en 1946 con María Gascón y volvió a España. Militante comunista, vivía en Madrid con su esposa, y ambos fueron detenidos por convivir con su tristemente famoso camarada Julián Grimau, detenido y ejecutado por el franquismo en 1963. En 1966 vemos en el BOE cómo a Manuel, preso en la Prisión Central de Burgos se le concede la libertad condicional. Acabada la Dictadura en España, es amnistiado en la Transición, y se establece en Francia, donde muere en Orleans en 2004.

Liberación de Mauthausen. De Cordon Press. Fuente National Geographic

Manuel era primo 6º de mi abuelo Juan López Azaustre, pues los tres descendemos del matrimonio de Francisco Azaustre e Isabel López de Villanueva, casados en Alcaudete en 1706. La familia Azaustre, y en concreto la rama de Cuenca, la investigó fielmente mi pariente Tano García, gracias al que puedo saber el nexo familiar que había con Manuel. Una vida tan intensa e interesante se apagó, sus ojos vieron sucesos tan dramáticos que creíamos ya lejanos, y sus vivencias y enseñanzas ahí quedaron para que fueran aprendidas. Pero hoy otros dramas socavan nuestra integridad, no sólo personal y humana, también como comunidad con un futuro digno por construir.

Para saber más:

https://banc.memoria.gencat.cat/es/results/deportats/2364

https://www.elmundo.es/la-lectura/2022/09/14/6318b8e0e4d4d8cb0b8b4596.html

https://www.jstor.org/stable/25703057

domingo, 19 de noviembre de 2023

Sucesos de antaño (VI). Y la muerte estaba en casa

Nuestras ciudades, además de esconder mucha historia detrás de cada monumento, esconden verdaderos dramas ocurridos tras un sinfín de edificios salpicados a lo largo y ancho de los respectivos términos municipales. Dramas familiares que suelen aparecer en las páginas de noticias de los periódicos, en los últimos años y según qué casos, algo escuetos de información debido a la protección de datos de carácter personal, pero que antes en las noticias impresas, estaban aderezadas con muchos datos que hoy ayudan a reconstruir la biografía de los que antaño vivieron, e historiar las calles de nuestras ciudades.


El otro día, gracias a la labor de recopilación que hace la página de Facebook "Efemérides Granadinas", descubrí uno de estos tristes acontecimientos que ocurren a cada momento en muchas partes del planeta. Me fijé en la efeméride correspondiente al 17 de noviembre de 1906, cuando ocurrió un desgraciado accidente, con resultado de muerte, en una fábrica de pan de la calle San Isidro de Granada. Y debido a que en la actualidad dicha calle es la siguiente paralela a la mía, quise averiguar más al respecto.

La Publicidad, 17-11-1906, página 2.

Según veo en los periódicos de la época, el día 16 de noviembre una mujer de unos 18 años, Antonia García Maguel muere accidentalmente en el horno de la fábrica de pan Mariscal, propiedad de su familia, situado en la calle de San Isidro Nº19. Atrapada su ropa accidentalmente en el cilindro mecánico del motor de amasado, e intentando escapar, fue lanzada violentamente contra un escalón, cuyo golpe le causó heridas graves en el cráneo que le provocarían la muerte horas después, ya del día 17.


Dado que el suceso ocurrió en un lugar tan cercano a mi discurrir diario, quise acercarme para ver in situ el lugar e intentar visualizar la Granada de aquella época. Según vi en la calle, la numeración de las fincas ha cambiado, pero intuí que el actual Nº27 fue el antiguo Nº19, ya que el actual Nº25 figura además como el antiguo Nº17. Es decir, justo detrás de la que hoy es mi vivienda, un edificio que hoy está en obras de reacondicionamiento, y que en 1906 sería totalmente diferente, pues el actual que está siendo reformado, según veo en Google Street View se asemeja a los bloques de viviendas construidos durante el franquismo.

Calle San Isidro de Granada en diciembre de 2021. Fuente: Google.

Calle San Isidro de Granada en la actualidad. Foto de mi archivo

El padre de Antonia era Miguel García Sabán Mariscal, empresario del pan. En la prensa antigua aparecen muchos anuncios de sus negocios. En 1895 tenía la fábrica de pan "Nuestra Señora de Gracia" en el Callejón de Prados Nº30, junto a la placeta de Gracia. La factoría sufrió en abril de 1896 un incendio que pudo ser apagado sin lamentar más desgracias que las materiales. Ya en 1900 tenía la fábrica de pan "La Espiga de Oro" en la calle Nueva de San Antón Nº11. A final de ese año el Ayuntamiento le concedió la autorización para establecer un horno para cocer pan cerca de allí, la calle de San Isidro, lugar que aquí nos ocupa. Era un lugar en donde en 1896 vivía el maestro de Primera Enseñanza Antonio Sánchez Balbi y su familia. En ese lugar hoy ocupado por obreros y turistas en búsqueda del jamón asado del Bar Ávila, es donde falleció la pobre Antonia, sin duda con muchas cosas que le quedaron por hacer en su vida. Pero una lamentable accidental casualidad truncó todo lo que pudo ser. Son las pequeñas historias de gente que pasó por este mundo.

Anuncios de las fábricas de pan de Miguel García Sabán Mariscal. Izquierda: La Publicidad, 23-5-1895, página 4. Derecha: La Alianza, 22-4-1899, página 4.

sábado, 11 de noviembre de 2023

La Tierra desde el cielo (XIII): Rumbo a París

Quiero rescatar para esta sección de mi blog un par de impresiones visuales atractivas para mi mente, que pude disfrutar en uno de esos pocos viajes que he podido hacer en avión. Buscando fotografías antiguas (si por antiguas se pueden considerar las que hice hace tan sólo 10 años), reparé de nuevo en las que realicé con una cámara digital de no muy buena calidad en uno de esos escasos viajes que llegué a realizar.


En la primavera de 2013 emprendí un viaje-aventura a Francia, para visitar a mi hermano que residía en París con una beca Erasmus. El destino era el aeropuerto de Beauvais, y el origen el aeropuerto de Málaga. La suerte que tuve es que en la trayectoria entre ambos lugares se cruzaran en mi visual dos emplazamientos tan queridos por mí, por sentimientos bien distintos.


Como un adulto con mente cuasi infantil en cuanto a lo inquieto por ver cosas nuevas, transcurría mi vuelo mientras constantemente me encontraba asomado a la ventanilla intentando descubrir los lugares por los que íbamos sobrevolando. Cuál fue mi sorpresa al descubrir que sobrevolábamos Baños de la Encina, localidad jiennense que consideraba y considero mi pueblo, pues era el pueblo natal de mi abuelo paterno, aquel en donde yo había pasado grandiosos momentos familiares, y donde aún vivían primos y tías-abuelas. Aunque la visión que muestra la imagen que cuelgo es algo difusa, se puede contemplar con poco detalle pero en su totalidad la localidad, situada al amparo del pantano del Rumblar, en las estribaciones de Sierra Morena. Fue en la lejanía que me daba la posición del avión desde donde intentaba encontrar de casualidad "mi pueblo", pues dada la trayectoria que emprendíamos cabía dicha posibilidad. Así que en los primeros momentos del viaje me encontraba buscando algún núcleo poblacional en las cercanías de algún embalse, que me permitiera reconocerlo. Tras pasar por varios, la imagen que se abrió ante mí me llamó la atención, y pude confirmar que era mi buscado Baños de la Encina al observar con cierta dificultad el milenario castillo andalusí por el que es famoso el pueblo. Fue emocionante poder contemplar lugar tan querido y añorado desde las alturas, el lugar donde nacieron muchos de mis antepasados, la zona de la Campiñuela donde se conocieron mis abuelos, todos aquellos lugares donde mis ancestros realizaron sus vidas.

Y el viaje seguía. Mi mente, tranquila en cierta manera por haber podido descubrir al Baños de la Encina que quería ver, siguió discurriendo por las altitudes de nuestro país, atravesando nubes que cubrían las vidas de todos los que abajo se encontraban, montañas nevadas, y llegando al Cantábrico, pude comprobar con satisfacción que sobrevolábamos otro lugar muy querido por mí, San Sebastián. No me unía vínculo familiar con la capital guipuzcoana, pero era una ciudad que amaba, y que soñaba con poder vivir en ella. Ya la había visitado en dos ocasiones, la última tan sólo dos meses atrás, pero poder contemplar la bahía de la Concha desde las alturas, con su característica y reconocible Isla de Santa Clara, y el río Urumea partiendo la ciudad en dos, daba un característico regusto emocionante a mi vuelo. Tras dejar España, los cielos de Francia nos dejaron pasar para poder disfrutar las maravillas que el país vecino nos ofrece. Eso fue otra historia.

martes, 3 de octubre de 2023

Apuntes genealógicos XVII. Antonio Maíllo Cañadas

En la investigación genealógica que llevo ya de años, un elemento que facilita el hallazgo de datos recientes es bucear en páginas web de diversa índole, ya sean de noticias, boletines oficiales o prensa histórica. A través de ellas resulta sencillo encontrar nombres de posibles parientes de cualquier grado, sobre todo si se han dedicado o dedican a la res publica, a la política. No sólo los encontraremos por sus intervenciones y actuaciones durante su carrera política, en el caso de que hayan conseguido cuotas de poder, también en diversos boletines y noticias aparecen las candidaturas completas de las diversas formaciones que concurren en los diferentes niveles de gobierno, conociendo así quizás a familiares que han intentado dedicarse a defender los intereses de su electorado y que no han conseguido los votos suficientes, en unas candidaturas por las que sabremos la ideología que profesan, dando de este modo color genealógico a la historia familiar. Muchos hemos concurrido en listas políticas para la administración más cercana al ciudadano, la de los Ayuntamientos. En cambio un pequeño número de los candidatos han conseguido su acta de concejal, sirviendo quizás esta experiencia de catapulta al estrellato (en el mejor sentido del término, aunque muchas veces la política es vivida como un espectáculo), ya que la droga del poder o el intenso afán de dedicación al ciudadano hacen que muchos de estos políticos den el salto a administraciones de otro nivel, ya sea autonómico o estatal, continuando así su cursus honorum.


Yo que he sido una persona a la que le ha interesado la política y las noticias, supe de la existencia de un importante político en nuestra región andaluza cuando yo ya me sentía defraudado por la misma y un poco  huérfano de referentes. En esos tiempos, cuando mi investigación genealógica era más frenética, intuí que el diputado andaluz y coordinador general de IULV-CA Antonio Maíllo Cañadas podría ser descendiente de personas nacidas en Alcaudete (Jaén), de donde provenían mis ancestros Azaustre. Al encontrar en registros antiguos algunos Maíllo Azaustre, se me ocurrió preguntarle directamente a él, y me indicó que efectivamente él descendía de Azaustres de Alcaudete, pero no por su línea paterna como me parecía, sino por su línea materna. Y efectivamente, gracias a la gran labor investigadora de mi pariente el genealogista Tano García, supe del nexo exacto entre Antonio y yo, un nexo bastante lejano, pues hay muchas generaciones entre nosotros. Somos primos 8º's, pues ambos descendemos del matrimonio de Francisco Azaustre e Isabel López de Villanueva, casados en Alcaudete en 1706.

Antonio Maíllo. Fuente: Público

Antonio, nacido en Lucena (Córdoba) en 1966 se licenció en Filología Clásica en la Universidad de Sevilla. Bien pronto inició su dedicación al ciudadano y se convirtió en concejal de IU en Sanlúcar de Barrameda (Cádiz) en los años 90. Ya en los 2000 fue concejal también de IU en Aracena (Huelva). Su salto a la política regional fue en 2013 cuando se convierte en coordinador regional de IU y dos años más tarde fue el candidato por su partido a la presidencia de la Junta de Andalucía. Admito que no le voté, pues tenemos ideologías diferentes, pero consigue su acta de diputado regional, dejando al poco su labor parlamentaria en pausa por un cáncer que le diagnosticaron y por el que tuvo que recibir tratamiento. Tiempo después seguiría como diputado y portavoz, entonces de la confluencia izquierdista Adelante Andalucía, en la legislatura en la que el PP por primera vez en la Historia accedió a la presidencia de la Junta. Antonio abandonó la política y volvió a su profesión, la docencia en Institutos, en concreto de algo tan defenestrado en la educación de hoy en día como es el latín, lengua muerta y en retroceso educacional, siendo la continua falta de dicha nuestra cultura clásica en las aulas uno de los factores por los que creo estamos perdiendo el rumbo como sociedad. Es la eterna lucha entre las Humanidades y otras ramas del saber en una sociedad tan tecnológica y cada vez menos humana. Temo el final de esa batalla, pues tal como veo el panorama actual, no querría vivir en un mundo que olvide lo que fuimos y lo que somos. Observando que Antonio dejó la política para volver a su profesión como profesor, compruebo que es una persona que su interés ha sido y es el ciudadano y su desarrollo como persona. Enhorabuena por lo tanto.

Antonio Maíllo. Fuente: InfoDiario

Para saber más:

https://es.wikipedia.org/wiki/Antonio_Ma%C3%ADllo

https://es.linkedin.com/in/antonio-maillo-ca%C3%B1adas-8b201611a

domingo, 1 de octubre de 2023

Apuntes genealógicos XVI. Juan Antonio Barranco Posada

En mi repaso habitual de personalidades afamadas que he ido descubriendo en mi parentela en ese cada vez más inmenso árbol genealógico, traigo el caso de otro primo lejano por el que me llamó la atención saber de su existencia, pues suponía que en "la familia" había más toreros de los que me hubiera gustado tener. Tener ya a un primo torero como José Antonio Canales Rivera (Apuntes genealógicos XIII) podría parecer incómodo para alguien que propugna la eliminación de la tauromaquia y demás festejos taurinos como yo. Pero que quede claro que mi lucha es contra dichos modos de vida, no contra las personas, obviamente.

Juan Posada. Fuente: Diario de Navarra

La persona a la que me refiero en este momento es Juan Antonio Barranco Posada. Torero más conocido por su alias de Juan Posada. Nació en Sevilla en 1931, miembro de una familia con raíces onubenses y sevillanas que previamente y por el lado que me toca, también fueron granadinas. Juan Posada era hijo del onubense Juan Barranco Herrera y Rocío Posada Carnerero, y es ese apellido Herrera el que nos une, pues el torero era primo 3º de mi bisabuela materna Aurelia Azaustre Herrera, descendiendo nosotros tres del matrimonio de Francisco Herrera Sánchez y María Antonia Pérez Moreno, casados en Granada en 1803 y ya citados en mi blog el pasado mes de julio en otra entrada de esta sección. Desde pequeño tuvo que asimilar la afición por el mundo del toreo, le vino de herencia. Su padre Juan Barranco Herrera era novillero, y por parte del otro lado de su familia, la materna, era sobrino de toreros de la época como los hermanos Faustino, Francisco y Antonio Posada Carnerero. Se casó en la iglesia de la Concepción de Madrid en 1956 con María Maravillas López de Sá Portillo, nieta del II Marqués de San Eduardo y sobrina de una víctima mortal de los GRAPO, además de pariente de los luego actores Alfonso Bassave y Manu Baqueiro. En 1953 Juan Posada sufrió una grave cornada en Sevilla, y dejó los ruedos muy pronto y su herencia torera la transmitió a su descendencia, pues un hijo suyo y dos nietos han seguido en el mundo de la tauromaquia como toreros. Ya en sus últimos años, además de como empresario agrícola, Juan Antonio hace las veces de periodista taurino, pues se licenció en Ciencias de la Información, publicando sus crónicas en el momento de su muerte en el periódico La Razón. Además colaboró con otros medios como en RNE, Diario 16, Tiempo,... Muere en Madrid en octubre de 2009, así que en breves días se cumplirán los 14 años de su fallecimiento.


Sirva este breve escrito como recuerdo a su persona.

Juan Posada vistiéndose antes de una novillada en Sevilla. Fuente ABC, 31-12-1950.

Juan Posada en diario Patria 1-6-1952 pág. 6.

Para saber más:

http://es.wikipedia.org/wiki/Juan_Barranco_Posada

http://elpaseilloenlared.blogspot.com.es/2014/03/posada-en-el-recuerdo-de-los-onubenses.html

http://www.diariodesevilla.es/article/sevilla/539484/fallece/torero/y/periodista/sevillano/juan/posada.html

http://www.hoy.es/v/20101219/toros/posada-dinastia-torera-20101219.html

viernes, 22 de septiembre de 2023

Serenatas VIII. Nuestra Torre de Babel

No hay día desde hace una serie de años en los que no me enerve al ver las noticias y saber de las reivindicaciones que los independentistas catalanes exigen para la consecución de su ilusoria independencia. Quedan lejos aquellos años en los que PP y PSOE, partidos de ámbito nacional que aglutinan el sentir mayoritario de la población, estaban de acuerdo en los asuntos centrales vertebradores de la Nación. La unidad del país ha sido manida por las derechas casi como reivindicación autoapropiada, pero esto no habría sido así si históricamente sus adversarios políticos de las izquierdas no hubieran hecho suyas reivindicaciones tan descentralizadoras que podrían haber sido perfectamente planteadas por fervorosos independentistas. Es la historia de nuestro país desde hace mucho. La derecha se apropia de la idea de Nación española y su unidad, y la izquierda la critica por ello sin reparar en su propia culpabilidad por hacer dejación de su protección.


Hoy Pedro Sánchez, superando al tenebroso Zapatero de hace unos años, ha llegado a unos límites que no se podían sospechar si hubiéramos hecho caso a sus propias palabras hace unos años en los que juraba y perjuraba que ciertas políticas a favor de los independentistas no se llegarían a ver en su gobierno. Pero como él, bandido, no miente sino que simplemente cambia de opinión, se rebaja (él físicamente, el Estado metafóricamente) ya hasta un extremo humillante, así que los siguientes años a nivel político en España serán de sumo interés no sólo para los politólogos y tertulianos varios, sino también para los estudiantes de Historia del futuro.


El nacionalismo periférico es un glotón con hambre sin fin. Nunca estará satisfecho con lo que consideran migajas del Estado, pues siempre querrá el menú completo, es decir la autodeterminación e independencia, y como bulímico que es, regurgitará su desprecio por España para después seguir comiendo. Y como estos independentistas han ido año a año escalando peldaños con la aquiescencia de los que en teoría tendrían que haber protegido los intereses del Estado, hace esto más doloroso e indignante. De ahí que partidos como UPyD y Ciudadanos nacieran en su momento (da pavor pensar que fue casi antes de ayer) para luchar contra el poder tan absoluto que los independentistas tenían en la gobernabilidad del país (a la que ayudaban como contraprestación a mejoras en su progreso nacional en detrimento del Estado). Pero no hemos aprendido la lección, y hoy, una vez muerto ese centrismo con visión nacional (en estas horas está naciendo un nuevo partido con esa intención, de talante centroizquierdista), el gobierno de Pedro Sánchez patéticamente genuflexo ante el golpista Puigdemont y ávido de sus apoyos para seguir gobernando un Estado cada vez más exiguo, y ayudado por la nacional(de nacionalista)-socialista Francina Armengol, el independentismo ha conseguido una victoria moral pues ha llegado a un rellano más cercano del final de la escalera, siendo éste la inclusión de las lenguas cooficiales (gallego, catalán y euskera) en el Congreso de los Diputados.


En nuestros mitos culturales se decía que los constructores de la Torre de Babel fueron castigados por Dios por su prepotencia de querer llegar con ella tan alto al cielo, y de ahí, la diferenciación de la Humanidad en múltiples lenguas con las que no podían entenderse entre ellos. Pues gracias a estas políticas nacionalistas, tenemos nuestra propia Torre de Babel, políticos que se creen endiosados y por las nubes a causa de la querencia del tal Sánchez por unos míseros votos para poder permanecer como señor omnímodo de La Moncloa. A los independentistas e izquierdistas les gusta acusar a la derecha de temerosos de la  realidad plural de España. Pues no, que no se equivoquen, que dejen ya esa mentirosa cantinela, la Constitución protege dicha pluralidad, siendo las lenguas regionales uno de esos aspectos a proteger. No sería novedoso que yo dijera aquí lo que pienso, pues comparto lo que muchos han dicho ya en los últimos días contra esta medida. Lo que estamos empezando a ver en el Congreso de los Diputados podría tratarse de algún sketch del mejor humor absurdo de los Monty Python o de la célebre "Las Autonosuyas" (película de Rafael Gil basada en la novela de Vizcaíno Casas), el hecho de que un español tenga que enterarse por un pinganillo tras el que hay un costoso traductor, de lo que otro español (aunque no se sienta como tal) diga en otra lengua diferente al español que bien conoce. He ahí la extrema soberbia del independentismo, por lo que nos oponemos, al menos yo, a esta medida. Pero ellos siempre nos venderán como centralistas catalanofóbicos por muy moderado que se sea, y la izquierda les comprará el discurso. Parece como si los políticos que así han firmado a favor de este esperpento político dijeran con el hecho de obligar a que se usen los pinganillos, no al úsalos porque "no me entiendes", sino en verdad lo que nos transmiten al usar una lengua que no se entiende es porque "no quiero que me entiendas". Lo que estamos viendo es el mejor ejemplo para hacer creer a la opinión pública que en verdad son diferentes, que el castellano le es ajeno y que por ello merecen su autodeterminación. Así que por mi parte también y para que en el futuro quede constancia de esta ridiculez supina, ésta ha llegado por tener muchos padrinos, pero el padrino mayor tiene un nombre, Pedro Sánchez, el hombre que se quería a sí más que al país que decía representar.


Cuando las lenguas sirven para no encontrarse como sociedad, ésta se rompe, con todas las consecuencias que esto conlleva. Lo verán en los libros de Historia.

Cuadro de la Torre de Babel, de Pieter Brueghel el Viejo

domingo, 17 de septiembre de 2023

Sucesos de antaño (V). Excavando su propia tumba

Hace casi 9 años empecé a idear y redactar esta breve historia, pero no recuerdo el porqué, la dejé abandonada mucho antes de que constituyera un texto entendible. Hace pocos días tras reparar de nuevo en el texto y avergonzarme de la dejación que hice de él, me propuse rescatarlo, concluirlo y exponer lo que a continuación escribo.


Leyendo entonces (año 2014) sobre la historia de Baños de la Encina (Jaén), el pueblo natal de mi abuelo paterno, pude recordar cómo la zona norte de la provincia de Jaén había sido un enclave minero de suma importancia a lo largo de la Historia. Baños de la Encina, Linares, Guarromán, El Centenillo, La Carolina son localidades en las que abundaron las minas, hoy galerías abandonadas convertidas en arqueología industrial, habiendo sido antaño un sector que fue ocupación de miles de familias en esta zona durante mucho tiempo y que ha curtido a bastantes de sus gentes en uno de los oficios más duros que han existido y existen. Un trabajo en condiciones infernales que permitiera a las familias sobrevivir, pero que irónicamente, a un sinfín de mineros a lo largo y ancho del planeta no hizo sino causarles la muerte. En esos casos y en cierta manera los propios mineros estaban cavando su propia tumba.


Uno de esos dramáticos casos tuvo lugar en las cercanías del pueblo en el que estaba creciendo mi abuelo. El lugar del suceso, el pozo 7 de la Mina Virgen de Araceli (término municipal de Baños), a 11 kilómetros de La Carolina, y la fecha el 5 de enero de 1921, a las 15.30 horas. En aquellas frías jornadas mientras los mineros se encontraban trabajando en sus galerías subterráneas, ocurrió un incendio en las mismas al parecer debido a la manipulación de material inflamable. Éste, rápidamente extendido por el complejo de túneles causó también derrumbes debido a la explosión de un barreno, quedando atrapados allí la mitad de los trabajadores, los cuales murieron envenenados por inhalación de óxido de carbono. El saldo final fue la muerte de 23 mineros, sobreviviendo los otros 21. En las labores de extinción y rescate, que duraron varios días, hubo algunos heridos como el Teniente de la Guardia Civil Juan Peláez a causa de un accidente de tráfico, o el ingeniero Jorge Portuondo y el celador Valentín Gea resultaron levemente intoxicados al introducirse en las galerías durante las jornadas de extinción.


Las víctimas, habitantes de las cercanías de la mina, eran:

-Antonio Baños Sánchez.

-Antonio Céspedes Santisteban.

-Antonio Domenech Domenech.

-Antonio Escobar Ocaña.

-Bartolomé Fernández Ramírez.

-Benito Durán Ruedos.

-Carmelo Merino Martínez.

-Germán Fernández Porcel.

-Gregorio Hinestrosa Mercado.

-Joaquín Hernández Segura.

-Joaquín Rodríguez Segura.

-José García Moreno.

-José Piqueras Martínez.

-Juan Miguel Marcos López.

-Julián García Tamargo.

-Manuel Durán Ortiz.

-Manuel Fernández Porcel.

-Pascual Sainer Hóquer.

-Ramón Escribano Aznar.

-Ramón Sánchez Sánchez.

-Ricardo Victoria Victoria.

-Salvador Muñoz Ortiz (que antepuso la huida de su hijo José en la jaula de subida a su propio salvamento).

-Santiago Cózar Ramírez.


Las certificaciones de defunción se registraron en el Juzgado de Paz de Baños de la Encina, donde Antonio Canales Vilches, primo hermano de mi bisabuelo, actuaba como Secretario. Hoy los restos de los fallecidos descansan en un panteón en el cementerio de La Carolina, como monumento eterno al esfuerzo que los mineros han dado a lo largo de la Historia y por el que muchas veces han dado lo más valioso que tenían, sus vidas.


Para conocer más:

-El incendio de la Mina "Virgen de Araceli", de Francisco Gutiérrez Guzmán (Agradezco a Encarna Laguna Garrido que me pasó hace muchos años el documento clave para el conocimiento de este suceso).

-Información sobre la catástrofe en la mina "Araceli". Instituto de Reformas Sociales. Madrid, 1921.


-Hemeroteca:

-El Castellano. Diario de Información. Lunes 10 de enero de 1921, pág 3.

-El Sol. Diario Independiente. Martes 11 de enero de 1921, pág. 1.

-El Sur. Gran Diario de Cádiz. 22 de enero de 1921, pág. 3.

-La Vanguardia. Martes 11 de enero de 1921, pág. 14.

Notas gráficas sobre la catástrofe de la Mina Araceli en Mundo Gráfico, enero 1921, pág. 9.

sábado, 16 de septiembre de 2023

Apuntes genealógicos XV. María de la Concepción Sánchez Zamora

La Humanidad ha avanzado mucho. Desde que éramos cazadores-recolectores a los días actuales en que solicitamos alimentación u ocio a través del teléfono móvil han pasado infinidad de vicisitudes históricas que nos han hecho y moldeado tal como somos. Lo que seremos en el futuro gracias a todos estos nuevos avances es un misterio del que es fácil aventurar. Debido al avance técnico y científico de todos estos siglos, el ser humano casi que se ha creído inmune a realidades naturales que a pesar de todo nos siguen haciendo daño, aunque en algunos aspectos a menor escala. Los desastres naturales, por mucho que queramos evitarlos, pueden y de hecho nos siguen haciendo daño tanto a nivel personal como económicamente.


¿Y qué decir de las enfermedades provocadas por los micro-organismos? Virus y bacterias que han causado centenares de miles de muertos a lo largo de los siglos, cuando las condiciones higiénico-sanitarias eran deficientes, por no decir nulas. Epidemias que han devastado regiones, poblaciones afectadas en las que nuestros ancestros se las vieron con un mal invisible que llenaba los camposantos parroquiales de cadáveres hoy sin nombre. Es una realidad que en Occidente quizás creíamos ya pasada y que una pandemia mundial como la del COVID-19 en 2020 nos despertó de nuestra asegurada ilusión. Ya, escarmentados por aquello, cada nueva noticia sobre variantes nuevas del COVID o la reaparición de otros virus como el del actual Nipah en la India, causan alarma en ciertos sectores, a la par que en otros más conspiracionistas lo consideran un elemento más de la "maldad globalista" que intenta dominar a la población. En el término medio está la virtud, se suele decir.


En mi investigación genealógica de bastantes años ya, a través de documentación antigua o por testimonios familiares he descubierto las causas de las muertes de muchos parientes, algunos de ellos causadas por enfermedades bacterianas o víricas, como son el tifus, tuberculosis, el cólera, o la gripe española de 1918. España en el siglo XIX sufrió varias oleadas de cólera morbo, propagado gracias a las deficitarias condiciones higiénicas en las ciudades, siendo el sudeste peninsular donde la epidemia de 1885 causó grandes tasas de infección y muerte. En una de esas investigaciones supe que mi trastatarabuela María de la Concepción Sánchez Zamora fue una de las víctimas de dicha enfermedad en nuestra provincia. Natural del pueblo de Cúllar Vega (ca.1822), e hija de Julián Isidro Sánchez y Rafaela Josefa Zamora, estaba casada con el ogijareño Francisco Junco Barragán, con el que había tenido varios hijos. Su partida de defunción indica que murió en Ogíjares por "cólera morbo asiático" el 16 de septiembre de 1885. Eran altas las probabilidades de contagio intra-familiar, pero en este caso desconozco si algún otro miembro de la familia se vio afectado por la enfermedad. Una semana después el alcalde de la localidad José Jaldo García recibió una cantidad monetaria de parte de la Diputación Provincial para "atenciones sanitarias de dicho pueblo". A final de dicho año, el pueblo de Ogíjares, de 1.015 habitantes, había sufrido 89 infecciones por las que fallecieron 65 personas, cifra alejada de los 5.500 fallecidos de Granada capital.


Con los escuetos datos que poseo de esta antepasada mía, intento imaginarme su vida y el calvario que tuvo que pasar en los últimos momentos de la misma. En un lugar como nuestra Vega de Granada, hace casi un siglo y medio donde la imaginación sólo me hace ver parajes en blanco y negro, por donde paseaba Concha, aquella mujer a quien no puedo poner rostro, pero en la que me reconozco en parte cuando siento mi ser.

Portada de El Defensor de Granada, 24-12-1885 donde aparece la relación de localidades de la provincia y sus víctimas del cólera de ese año.

martes, 12 de septiembre de 2023

Sucesos de antaño (IV). La mató porque la quería

En la crónica negra de nuestras noticias diarias podemos encontrar crueles asesinatos y homicidios que perturban la vida a todas aquellas familias que los sufren. Hoy, debido seguramente a la Ley de Protección de Datos, de la mayoría de esas noticias sólo conocemos las siglas del nombre de las víctimas o el nombre de pila, aunque si el caso trasciende en morbosidad y juego periodístico, la identidad de la víctima y todo su entorno salen a flote. En la prensa antigua por lo general se conocían las identidades de víctimas y victimarios, no sólo en homicidios, también en noticias de poca enjundia como una simple pelea tabernaria. Eran otros tiempos.


Una de las tipologías de crímenes que tristemente abundan en nuestras cabeceras periodísticas son los crímenes machistas, violencia de genero llamada hoy día, crímenes pasionales llamados antaño: el asesinato de una mujer por su pareja o ex pareja. Ya en 2015 hablé en una entrega anterior de esta sección de un caso de este tipo ocurrido en Santander. Y tras el lamentable caso de asesinato de una mujer por parte de su pareja el pasado fin de semana aquí en Granada, traigo otro caso ocurrido en esta misma ciudad hace varias décadas. Este tipo de crímenes, como nos recuerda constantemente la prensa diaria, vienen contabilizándose desde 2003, dejando fuera de las estadísticas a los ocurridos antes de esa fecha.


Debido a mi investigación genealógica supe a través de prensa antigua de un antiguo caso, y para no olvidar a la víctima, la traigo a esta sección. Aurora Lara Carrillo, de 20 años, natural de La Zubia y profesión criada, muere asesinada por su novio Francisco. El suceso ocurrió el 1 de marzo de 1931 en la calle del Santísimo (zona de San Juan de Dios) de Granada. Francisco degolló a Aurora en la vivienda de ésta, tras lo cual el asesino huyó del lugar mientras la tía de la víctima intentaba retenerlo. Aurora fue trasladada al Hospital, donde falleció poco después. Las primeras noticias de la época hablan de que la causa del asesinato fueron los celos o la negativa de la muchacha ante ciertas proposiciones. Su asesino, de profesión del campo y catalogado como de "honrada familia", de "excelente conducta moral" y "de buena conducta" fue detenido en su pueblo de Ogíjares, en casa de su tío político (a la sazón hermano de mi bisabuela), alegando que cometió el crimen porque su novia se había negado a casarse con él tras la petición que le hizo sobre los preparativos de la boda. En 1932 el Juzgado del Sagrario le condena a 14 años de reclusión y al pago de 10.000 pesetas de indemnización por el asesinato.


Casi un siglo después de aquella muerte atroz imagino que poca gente se acuerda de Aurora, tanto es así que ni las estadísticas de asesinatos de mujeres por sus parejas la contemplan, dado que como digo es un cómputo reciente. Al menos, que estas palabras sirvan como pequeño homenaje recordatorio de que ella existió y no la dejaron vivir.

El Defensor de Granada, 2-3-1931, página 1.

lunes, 11 de septiembre de 2023

Y las Torres cayeron

El tiempo del ser humano es una minucia comparado con las edades geológicas, que si las vemos como legos en la materia, pueden abrumar sólo de pensarlas. Nuestro tiempo tan limitado, como es comprobado por todos aquellos que van envejeciendo, pasa rapidísimo como si el mero hecho de parpadear ya supusiera la pérdida de un preciado tesoro temporal. Es continua la sensación de velocidad del tiempo si nos acercamos a las redes sociales y vemos de vez en cuando recordatorios de temas de música que escuchábamos en nuestros tiempos mozos, y que ahora cuando son rememorados bajo la etiqueta de "temas que triunfaron" hace 20 o 30 años, nos da un vértigo que asusta.


Pasa lo mismo con grandes eventos o sucesos ocurridos de cuando en cuando. Los más mayores, quizás de talante progresista, rememoren hoy el 50 aniversario de la muerte del presidente Salvador Allende durante el Golpe de Estado de Pinochet en Chile. Los acontecimientos históricos que conforman hitos en nuestro devenir histórico y puede que personal, si son tan traumáticos pueden resultar un punto de inflexión en el desarrollo de las sociedades que los sufren y/o viven.

Explosión en la Torre Sur del WTC de Nueva York el 11-S. Fuente: Connecticut Post

Han pasado 22 años desde que socialmente me hice mayor de edad, aunque mi DNI no lo certificara aún. La mente infantil que reinaba entonces mi cuerpo se vio traumatizada e impactada por lo que viví individualmente en uno de esos sucesos clave de la Historia que permanecen grabados a sangre y fuego para siempre, el 11-S.

La Torre Sur del WTC de Nueva York colapsa el 11-S. Fuente: AMNY

Aquel 11 de septiembre de 2001, día agradable casi otoñal disfrutaba los últimos días de vacaciones escuchando la música que más me gustaba. Pero al otro lado del mundo los primeros renglones de ese nuevo capítulo de la Historia se iban escribiendo. De la impresión inicial al estar viviendo una especie de película de catástrofes en directo a través de la televisión acompañado de mi familia, a la incertidumbre final por lo que sucedería después. Se habló de una especie de III Guerra Mundial, la Guerra contra el Terror, y en verdad fue el momento cumbre en la historia del terrorismo contemporáneo, de corte islamista, que en su momento más álgido en cuanto ataques y víctimas barrió las sociedades occidentales y musulmanas creando dolor y muerte. Hoy, tras años y años de destrucción causados por grupos como Al-Qaeda y Daesh, el terrorismo por suerte ha decrecido en intensidad, si bien las incertidumbres causadas por la violencia en la actualidad se han visto sustituidas por una guerra en Ucrania y una amenaza nuclear por parte de Rusia de la que hoy aún no sé cómo terminará.

The Falling Man. Fuente: CNN

Cada aniversario del 11-S echo la vista atrás y me mareo. No sólo por el terror e incertidumbre causados en aquel momento, también por la nostalgia no vivida por unos edificios como las Torres Gemelas de Nueva York que amaba y deseaba visitar. Y el tiempo..... En un día como hoy me vuelvo a sentir el adolescente que entonces era, pero me miro al espejo y ya no queda nada de aquella vitalidad y alegría por el mañana. Hoy salvando las distancias, me siento como The Falling Man, aquel pobre hombre trabajador del WTC de Nueva York que decidió morir rápidamente y en vez de sentirse quemado sin oxígeno en lo alto de la Torre Norte, se lanzó al vacío para aligerar el tránsito y el sufrimiento que conllevaba. Aquella caída duró unos segundos, la imagen en cambio durará toda una eternidad. Hoy, casi un cuarto de siglo después (palabras mayores, tiempo menguante) me siento ante el abismo de mi historia y una vez en el aire veo dejar atrás rápidamente las ventanas de mis edades a mi paso, alejándose cada vez más las más lejanas, viendo cómo mi cabeza se acerca veloz hacia ese duro suelo de granito y mármol. Son unos segundos, son aún un buen trecho de vida. La clave es qué hacer mientras me dirijo inexorablemente a esa oscuridad que es el final del camino.

sábado, 9 de septiembre de 2023

Cuando el espíritu olímpico pasó por Granada

Cada país, cada ciudad viven acontecimientos únicos que pueden ser guardados en lo más profundo de las mentes de sus habitantes, de todos aquellos que los vivieron in situ, y que de seguro mucho tiempo después son recordados con nostalgia si los acontecimientos han sido positivos. Uno de los acontecimientos más importantes que recuerdo de mi niñez tuvo lugar en el año mágico de 1992, siendo los Juegos Olímpicos de Barcelona uno de aquellos eventos que encandiló a medio mundo y que desde Granada vivimos con ilusión. Aquellas jornadas se tradujeron en imágenes, sonidos y sensaciones que se guardaron en lo más profundo de mi ser. Y como es habitual durante las Olimpiadas, su prolegómeno fue el paso de la antorcha olímpica en ruta hacia su destino, llevada por personas que se van relevando, entregándose tan prestigioso testigo. Siendo España protagonista de tan alta celebración deportiva, Granada fue observadora de lujo del paso del fuego olímpico en su camino a Barcelona. En concreto fue el 16 de julio de 1992, la antorcha recorrió las calles de la ciudad y mi familia y yo la vimos pasar en las cercanías del recién construido Palacio de Deportes, en la zona nueva de mi barrio el Zaidín. Mi padre, como flamante camarógrafo familiar dejó plasmado con su videocámara Sony en nuestras cintas caseras aquel acontecimiento tan importante para mi curiosa mente infantil.

Esteban Montiel enciende el pebetero en el Palacio de Deportes. Fuente Ideal 17-7-1992, pág. 41.

Procedente de la Costa, la antorcha entró en Granada capital por la Avenida de Dílar tras haber pasado Armilla e hizo el recorrido por el Centro de la ciudad, turnándose los relevistas en el hecho de portar la llama, como cadena humana infinita que une a la Humanidad bajo un mismo fin. Mi familia y yo contemplamos aquello al final de la jornada, cuando la llama encarrilaba los últimos metros antes de llegar al Palacio de los Deportes, donde ésta pernoctaría en el pebetero antes de que siguiera su camino hasta la capital catalana. En concreto las imágenes en color que aquí muestro fueron grabadas por mi padre en la calle Andrés Segovia (entonces carretera de La Zubia), entre el ya desaparecido cine de verano Vergeles y la Iglesia del Ángel Custodio, una zona que recuerdo en esos momentos casi agreste, en comparación con la cantidad de nuevas zonas habitables y de esparcimiento de la actualidad. Los últimos que portaron la antorcha en Granada, según el diario Ideal fueron Salvador Jiménez, gerente del Patronato de Deportes, y Esteban Montiel, así que el relevista que la porta en mis imágenes debe ser alguno de ellos.

                                        

Momento único que permanece en las páginas de los diarios, inserto en la intrahistoria de la ciudad de cara a las nuevas generaciones que vengan curiosas por conocer lo que aquí se vivió. Que sirvan estas palabras para darle un emotivo añadido personal. Mis ojos lo vieron, y yo lo disfruté. Agradecido pues.

Portada diario Ideal 17-7-1992.

Esteban Montiel y el alcalde Jesús Quero Molina encendiendo el pebetero en el Palacio de Deportes. Fuente: Ideal 17-7-1992, pág. 42.

miércoles, 6 de septiembre de 2023

Apuntes genealógicos XIV. Claudina Jiménez Mata

En el paseo biográfico-genealógico que hago a través de esta sección, en alguna ocasión he hablado de mis antepasados tejedores del Albayzín, familias que a lo largo de generaciones se han dedicado a la manufactura de productos laneros y telas bastas. Y en otras entregas he hablado de otros parientes que han resultado ser unos artistas en sus diversos ámbitos. Hoy, tras una nueva aparición suya en el periódico Ideal, quiero hacer una mención y reseña de otra pariente que aúna esos dos aspectos, el de ser artista en el mundo de las telas, en este caso de la moda y la alta costura.


Hablo de Claudina Jiménez Mata, o como es conocida socialmente Claudina Mata. Que yo supiera que ambos compartíamos antepasados viene dado por el hecho de saber por casualidad que es originaria del pueblo de Alcaudete (Jaén), y que descubriendo yo que parte de mis ancestros provenían del mismo pueblo, intentar saber si alguno de ellos coincidía a los de ella también. La solución me vino ya regalada por mi pariente alcaudetense Tano García, que siendo un gran estudioso de la historia de su pueblo había trazado ya la Genealogía general de los Azaustre a la que los tres pertenecemos por sangre.

Claudina Mata en el Centro de Granada. Fuente: https://www.youtube.com/watch?v=VWve6_95GFM


Mi rama materna Azaustre vino pronto a asentarse a Granada, en el siglo XIX, pero la de ambos quedaron en Alcaudete, y hace unos años, Claudina Mata en su discurrir estudiantil y laboral ha dado el salto no sólo a Granada, sino más allá. Claudina Mata es bisnieta de Joaquín Mata Azaustre, primo 4º de mi tatarabuelo Ángel de San Juan Azaustre López, siendo mi madre Aurelia López Garrido prima 7ª de la propia Claudina. Así que los ancestros en común que comparto con Claudina son el matrimonio formado por Francisco Azaustre e Isabel López de Villanueva, casados en Alcaudete en 1706.


Claudina Mata que creció en el mundo de la confección junto a su madre Purificación en el taller que poseía en Alcaudete, se ha hecho un hueco en el mundo de la alta costura y como diseñadora de moda vende sus vestidos con su propia marca. Antes de llegar a completar su faceta por la que hoy se la conoce, estuvo vinculada al mundo de la televisión como reportera en Canal Sur y La Sexta. Ya como diseñadora ha ganado varios premios del sector y desde su negocio abarca un amplio muestrario como el de novias o el vinculado a otro tipo de eventos sociales o culturales. Así que su arte, que desfilando por las pasarelas tras nacer en el mismo Centro de Granada, embellece los cuerpos de nuestros convecinos y de gentes de más allá de las fronteras, enorgulleciendo no sólo a la ciudad, sino a todos los alcaudetenses y parientes que conocemos su éxito.

Para saber más:

-https://www.ideal.es/culturas/disenadora-claudina-mata-20210304220845-nt.html

-https://www.ideal.es/culturas/claudina-mata-viste-muneca-nancy-20230906000516-nt.html

domingo, 3 de septiembre de 2023

Apuntes genealógicos XIII. José Antonio Canales Rivera

Muchos años antes de que ni si quiera pudiera interesarme mi genealogía como la droga investigadora que es hoy en día, en mi niñez, más pendiente de otros asuntos acordes con mi edad, recibí en la familia con leve curiosidad una información genealógica que me llamó la atención pues suponía que dentro de unos límites familiares más o menos cercanos hubiera una persona famosa que acaparaba atenciones del público español. Hoy después de tantas investigaciones, otros personajes más o menos públicos y afamados han aflorado a lo largo de los cientos y cientos de líneas genealógicas que están unidas a mí, como en definitiva pasa con todo el mundo.


Hoy en día me declaro fervoroso antitaurino, pues no concibo que en los tiempos actuales un acto cruel de maltrato a los animales suponga un divertimento para la población, de una en teoría sociedad civilizada. Cuando era niño la fiesta de la tauromaquia no me interesaba en absoluto, tan sólo veía con cierto regocijo los encierros de los Sanfermines por la huida de los corredores, y los múltiples tropezones y aglomeraciones habidas frente a los toros. Pero a pesar de eso, entonces en mi hogar la retransmisión de "los toros" se veía todos los días que los hubiera, pues mi abuelo Francisco Canales Ginés era un fiel seguidor televisivo de "la fiesta nacional".


A causa de alguna de aquellas retransmisiones supe que uno de los toreros del momento, hablo de los años 90, estaba emparentado con mi familia. Me refiero al torero gaditano José Antonio Canales Rivera. Mi abuelo refería que el torero era nieto de un primo suyo, pero la filiación concreta no la pude confirmar hasta que hará unos 10 años aproximadamente en mis inicios como aficionado a la Genealogía pude establecerla.

José Antonio Canales Rivera vestido de luces. Fuente: Libertad Digital

En efecto, el abuelo del torero, Tomás Canales Galindo y mi abuelo Francisco Canales Ginés, ambos naturales de Baños de la Encina (Jaén) eran primos hermanos, nietos por tanto de Juan Canales Redondo y Susana Muñoz Muñoz, por lo que el torero es primo 3º mío. Baños de la Encina era un lugar al que fueron a parar los Canales aproximadamente un siglo antes, creo que desde Solana del Pino (Ciudad Real) y desde la cual algunos se diseminaron por otras zonas de Andalucía. Mi abuelo recayó en Granada, gracias a lo cual puedo decir con orgullo que de aquí soy, y Tomás Canales Galindo, de profesión sastre como su hermano, fue a parar a la provincia de Cádiz, en concreto a Medina Sidonia. Es en aquella zona donde los Canales se unen a una familia, saga de toreros. Un hijo de Tomás, José Antonio Canales Bermúdez se casa con María Teresa Rivera Pérez, la cual era de una famosa familia de toreros, pues es hermana del malogrado Francisco Rivera Pérez "Paquirri" y de José Rivera Pérez "Riverita", e hija del novillero Antonio Rivera Alvarado. De hecho José Antonio Canales Bermúdez era conductor del propio "Paquirri" el día de su cogida y muerte en Pozoblanco en 1984. La saga de toreros continuó, pues por mi rama un hijo de Canales y Teresa Rivera fue el propio José Antonio Canales Rivera que aquí nos ocupa, y por la parte Rivera de su familia lo hicieron sus primos hermanos Francisco y Cayetano Rivera Ordóñez.

Familia de toreros, de izquierda a derecha: José Antonio Canales Rivera, José Rivera Pérez, Antonio Rivera Alvarado, Cayetano Rivera Ordóñez, Francisco Rivera Ordóñez. Fuente: RTVE

Canales Rivera, natural de Barbate (1974) tuvo su relevancia en el mundo del toreo en la década de los 90, y estuvo a punto de morir a causa de una cornada en Málaga en 1998. Tras ello, se le ha conocido más por su relación con el mundo de la prensa rosa, su colaboración en programas del corazón, de los cuales también me siento ajeno. La única alegría que me dio fue su victoria en 2004 en el programa "La isla de los Famosos", victoria que seguí aquella noche del 10 de marzo, a unas horas de los terribles atentados del 11-M en Madrid. La rama Canales proseguirá en aquella zona andaluza aumentando la familia, y debido a los tiempos que corren y el decrecimiento por suerte de la afición a la tauromaquia, imagino que la saga de toreros pronto llegará a su fin. Espero que nos den en el futuro otros grandes personajes, pero dedicados a unas labores más loables. Cordialmente.

Imagen aérea de Barbate en 1972. Fuente: Archivo Histórico Provincial de Cádiz

martes, 29 de agosto de 2023

Apuntes genealógicos XII. Joaquín Amigo Aguado

Hay momentos clave en el devenir de los países que se convierten en hitos trascendentales en los libros de Historia. La Guerra Civil española (1936-1939) significó un momento traumático para todos aquellos españoles que vivieron en su solar durante aquellos dramáticos tres años en los que la barbarie y el sufrimiento reinaron por doquier. Una lucha entre hermanos enfrentados ideológicamente a la que se llegó tras años de larvada enemistad política y social, y espoleados por un golpe militar que se alzó contra el gobierno del Frente Popular de la II República Española.


De este modo, en todas las familias españolas actuales ha de haber como mínimo alguna historia familiar donde se recuerden tales momentos de dramatismo patrio, las carencias que se vivieron, el miedo reinante, la memoria de aquellos que fueron al combate y jamás regresaron, o el recuerdo de aquellos que en la retaguardia fueron sacados con oprobio de sus vidas y fueron lanzados al olvido de la historia bajo una polvorienta cuneta. Tema interesante a nivel historiográfico, la realidad política actual vilipendia la justa reparación de los olvidados o ensucia la memoria de aquellos que ya fueron homenajeados, según quien sea el actor político que desde las tribunas de hoy en día lance sus soflamas como si aquellos meses de sangre y fuego no hubieran servido para mostrarnos enseñanzas de relieve.


Los datos familiares más cercanos que tengo a aquellos días son los testimonios que mi familia ha conservado sobre mi abuelo paterno Francisco Canales Ginés, combatiente en el bando republicano en el frente cordobés, y el de mi tío abuelo materno José María Garrido Lopera, combatiente nacional en la gélida batalla de Teruel; ambos por suerte supervivientes de aquel horror. Y en cuanto a víctimas mortales se refiere, en mi círculo familiar más cercano, tengo que remontarme a un tío bisabuelo materno, Matías Lopera Delgado, masón de Izquierda Republicana que fue asesinado en San Roque (Cádiz). Obviamente, como todos estamos unidos en la infinita tela de araña genealógica, cuanto más nos remontemos en el tiempo, más nexos genealógicos encontraremos con muchas víctimas de la Guerra Civil. En mi investigación ya de años he descubierto algunas de ellas, y hoy quiero hablar de un caso que no es desconocido, pues la víctima fue una persona conocida y reconocida en su tiempo, y que el pasado fin de semana se cumplieron 87 años de su asesinato en aquella guerra.


Hablo de Joaquín Eusebio Amigo Aguado, y buceando por internet encontraremos fácilmente información sobre su vida, obra y muerte. De hecho hace poco se ha publicado una novela sobre él y su relación de amistad con un autor de renombre como fue Federico García Lorca. Joaquín nació en Granada en 1899, hijo de Joaquín Amigo del Olmo y de Encarnación Aguado López. Era primo 3º de mi bisabuelo José María Garrido Hernández, así que ambos descendemos del matrimonio granadino formado por Juan José Amigo Chacón y María Francisca Fernández. Esos antepasados de los Amigo se dedicaban al arte de la lana, eran tejedores y jornaleros, como muchos de los habitantes del Albayzín donde habitaron. En algún momento dado la rama de la familia de Joaquín pudo ascender socialmente, pues él estudió y se dedicó a otro arte, el de las letras (quizás gracias a que su abuelo Francisco Amigo Gómez fue negociante y su padre agente comercial y primer presidente del Colegio Oficial de Agentes Comerciales de Granada). Joaquín fue miembro de la tertulia "El Rinconcillo," redactor de la revista lorquiana El Gallo en 1928, revista efímera de su amigo el poeta Lorca. Y aunque Lorca, de posición social más elevada que la de Amigo, se posicionó a favor de la República y en contra de la burguesía granadina, Joaquín Amigo era conservador y católico.


Amigo fue miembro del Ateneo Científico y Literario de Granada y como licenciado en Filosofía y Letras estuvo destinado como catedrático en el instituto de Ronda (Málaga) y allí le pilló el inicio de la Guerra Civil. Estaba casado desde 1934 con María del Rosario de la Quintana López y tuvo una hija, y en el momento de su  asesinato su esposa estaba embarazada del que sería su hijo póstumo. El día 24 de agosto de 1936 las crónicas dicen que fue detenido en su casa por los frentepopulistas y asesinado tres días después al ser lanzado por el Tajo de Ronda. En la partida de defunción indica que fue asesinado junto a las tapias del Cementerio, pero su cuerpo no apareció.

Relación del profesorado del Instituto de Ronda. Fuente: Guía Oficial de España 1935, página 622.


Cruel guerra que en cuestión de pocos días de agosto vio morir de la manera más trágica y asesina posible a dos grandes amigos, que a pesar de sus diferencias ideológicas no se hicieron la guerra, fueron los intolerantes de siempre los que necesitaron eliminar a dos mentes preclaras que hoy se mantienen vivas a pesar de que de vez en cuando se oiga a lo lejos tambores de una nueva deseada guerra. Que el recuerdo de ambos ayude a que no sea así.

En esta fotografía, tomada en Granada el 5-5-1929 podemos ver a un grupo de personas en el homenaje tributado a Federico García Lorca y Margarita Xirgu por la presentación de la obra "Mariana Pineda" en el Hotel Alhambra Palace. Junto a Lorca (sentado en silla primero a la izquierda) y Xirgu (sentada en silla segunda por la izquierda), aparecen conocidas personalidades granadinas de la época como Fernando de los Ríos (de pie con barba tras Margarita Xirgu), Manuel de Falla (sentado en silla en el centro), Constantino Ruiz Carnero (última fila con gafas tercero por la derecha), Luis Seco de Lucena (tras Manuel de Falla a la derecha) o el propio Joaquín Amigo Aguado (de pie fila intermedia 4º por la izquierda). Fuente: https://www.universolorca.com/vinculo-obra-literar/pro_02-76/


Para saber más:

https://www.elmundo.es/cultura/literatura/2022/02/18/620e8d9521efa02c0a8b45a7.html

domingo, 30 de julio de 2023

Apuntes genealógicos XI. Manuel Herrera Salcedo

Como cada verano, millones de personas a lo largo del mundo intentan mitigar el calor asfixiante que envuelve sus cuerpos remojándolos en el elemento que nos da la vida, y que según los casos, también nos la puede quitar. El agua, el bien más preciado que podemos tener, se convierte en estos meses de canícula en un refrescante peligro del que muchas veces no somos conscientes.


Es en estos insufribles meses cuando se alerta que el agua, además de elemento vital, puede llegar a convertirse en el elemento por el que podemos encontrar la muerte antes de tiempo, y de la manera más absurda posible. Cientos de personas en nuestro país mueren cada año ahogadas en playas, pantanos y piscinas. Según están diciendo las noticias estos días, el mes de julio se está llevando la vida de casi 70 personas por ahogamientos en estos lugares acuáticos. Yo mismo en agosto de 2008 en un momento de irresponsabilidad por mi parte sentí que el agua me estaba ganando la batalla en un lugar tan querido por mí como es el de Almuñecar. Por suerte pude salir de aquella corriente, trampa que podría haber dado como resultado el punto final de mi vida.


Son cientos de miles las personas en todo el mundo que han muerto ahogadas en un momento que se supone de disfrute, e incontables serán las que seguirán muriendo de esta forma. Hace años, en mi investigación genealógica a través de la prensa antigua descubrí a un pariente que murió de esta manera en lo que sin duda tuvo que ser de los primeros casos en nuestro país de este tipo de ocio playero estival.


Al final de la tarde del 23 de agosto de 1904 mi pariente Manuel Herrera Salcedo murió en la playa del Zapillo de Almería cuando el bote recreativo en el que viajaba con su familia y amigos volcó en una orilla embravecida, y él que no sabía nadar falleció bajo la mirada de sus seres queridos. El resto de personas fueron rescatadas por unos pescadores que estaban en tierra. Era granadino de la calle Párraga, fue barbero, hijo de Nicolás Herrera Pérez y de Dolores Salcedo Sánchez y por tanto era primo hermano de mi trastatarabuelo Francisco Herrera Cubillas, pues como él, desciendo de sus abuelos Francisco Herrera Sánchez y María Antonia Pérez Moreno, pareja granadina casada en 1803.


Sirva el recordatorio de su triste final para todos aquellos que me puedan leer, estén alerta ante estas situaciones de relax veraniego que pueden terminar de la forma más abrupta e irremediablemente para siempre. Disfruten lo que queda del verano.

Crónica Meridional- 25 de agosto de 1904, pág. 2

jueves, 22 de junio de 2023

Serenatas VII. La maldición del Titán

A estas horas de la noche, cuando mi mente ya se adormece, queda pululando en ella las imágenes, impresiones y miedos que a lo largo de estos días he tenido a causa de la desaparición del submarino Titán, cuando se dirigía a visitar los restos del pecio del Titanic, en el fondo del Atlántico Norte. Hace escasos minutos se ha confirmado la dramática noticia, que muchos imaginábamos ya, de que los ocupantes de ese pequeño batiscafo casi de juguete han muerto a causa de lo que parece una implosión del mismo.


Y es que cuando Robert Ballard descubrió los restos del Titanic en 1985, ya nos enseñaron lo peligroso que era bajar allá abajo. Un vaso de plástico de tamaño normal, dejado en esas profundidades, la presión lo comprime hasta alcanzar el tamaño de un dedal. Creo recordar que fue en la película "Rescaten el Titanic", donde vi una escena que me traumatizó muchísimo. Fue la implosión de uno de los submarinos que en la trama fílmica bajaba a inspeccionar los restos del barco. Eso es lo que seguramente ha ocurrido en este caso. La muerte instantánea de los 5 ocupantes por la implosión de la estructura a causa de las grandes presiones de la masa de agua circundante.


Con la tragedia del Titán de esta semana, se cierra quizás un círculo dramático en torno al Titanic. Catorce años antes de que el barco se hundiera en 1912, el escritor Morgan Robertson escribió una novela sobre un barco llamado Titán que naufraga, y todo lo que tiene esa trama literaria tiene muchas similitudes con el caso del famoso barco hundido años después, como si Robertson al escribirlo hubiera sido una especie de visionario. El Titán-Titanic-Titán es la historia del hombre que quiere doblegar a la naturaleza, pero ella siempre se impone.


Como en todo este tipo de dramas en los que los fallecidos son personas con altas posibilidades económicas (sólo hay que recordar que el pasaje para bajar como turista con el Titán a ver el Titanic rondaba el cuarto de millón de dólares) suelen salir las comparaciones con otras catástrofes humanas en las que la capacidad y el ímpetu de rescate no son tan notorios. Clases siempre ha habido, recuerden el propio Titanic y el porcentaje de supervivientes entre los pasajeros de primera clase y los de tercera, unas diferencias que por mucho que nos duela, seguirán existiendo. A ello, muchos en las redes sociales de Internet critican y se rien de estos millonarios que gastan ingentes cantidades de dinero en unos viajes peligrosos y en su opinión estrafalarios como el que nos ocupa, o como los incipientes viajes turísticos al espacio. Se alegraban incluso del dramático final que hubieran podido tener los que hoy ya sabemos fallecidos. Que no nos engañen, los critican no porque sean viajes o aventuras "absurdas" cuyo dinero podrían invertir en causas sociales, sino porque ellos no tienen la capacidad económica de efectuarlos. El poder viajar en avión hace un siglo era algo limitado a aviadores y aventureros. Hoy en cambio con las compañías de bajo coste, volar está al alcance de un amplísimo sector de la población. El debate ecológico sería otro, interesante y largo. La mentalidad del ser humano y nuestros ancestros homínidos desde que salieron de sus límites africanos ha sido la de ir más allá de tal riachuelo o aquella alta montaña, el afán de descubrir fronteras nuevas. En la actualidad, los límites del ser humano están en las profundidades del mar y mucho más allá de las estrellas. Entre mis frustraciones personales están las de no tener capacidad económica para bajar a ver los restos del Titanic (pues soy amante de los barcos y además Titanicmaníaco) y no tener posibilidad temporal para disfrutar de un viaje a través del espacio. Al menos tengo mi rica imaginación, que se activa mucho en estos momentos de vigilia previa al sueño.


Hoy, nuevos restos quedan desperdigados en torno al pecio del Titanic, y 5 nuevas víctimas se suman a aquellas otras que murieron el siglo pasado sobre lo que hoy son hierros herrumbrosos retorcidos que van desapareciendo carcomidos por las bacterias. Que descansen en paz en su tumba de agua, ese lugar que tanto admiraron.

Imágenes del Titán (National Geographic) y Titanic (BBC)