Como ya hice en este mismo blog
hace justo 2 años, hoy vuelvo la mirada a un rincón de mi barrio que
tristemente se convirtió en lugar de trabajo de policías y periodistas por la
desgracia que acababa de ocurrir en él. Hoy, 20 años después de aquel suceso,
hay que homenajear de nuevo a aquel convecino nuestro que perdió la vida
injustamente a manos de unos seres despreciables que se hacían llamar
“revolucionarios”. Y viendo el mundo que nos rodea y el sufrimiento causado por
nuestra propia especie, me pregunto en cambio, si no era ser revolucionario defender
la vida, la dignidad humana y la paz frente a esos otros "revolucionarios" del Terror.
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Portada periódico Ideal 11-2-1997 dando la noticia del atentado. Fuente: Youtube. |
Cuando los terroristas de ETA
atormentaron la mañana de miles de granadinos en el barrio del Zaidín, ese
rincón tan perteneciente a mí como lugar de tránsito, casi a las puertas mismas
de mi colegio, se convirtió en un lugar de memoria y homenaje al hombre que
allí murió, Domingo Puente Marín, y lugar de rechazo a los viles terroristas
que allí le quitaron la vida. Un espacio de mi ciudad como otro cualquiera.
Allí el mecánico del taller abriría su negocio una mañana más, los niños de la
casa colindante pronto despertarían para ir al colegio, un lugar en el que el
futuro alcalde de la ciudad José Moratalla se prepararía para ir al trabajo, un
lugar de paso de coches del cinturón metropolitano a la ciudad, y de ésta a sus
pueblos. Pero no pudo ser así….
Pues un furgón militar que hacía
el recorrido desde la ciudad a la Base Aérea de Armilla no pudo terminar su
recorrido. Los cobardes terroristas hicieron estallar un coche bomba a su paso,
en este lugar que siempre fue uno como tantos, y desde entonces no fue tal. El
mecánico no pudo abrir su negocio, pues la explosión se lo abrió violentamente.
Los niños esa mañana no fueron al colegio, pues las paredes que en teoría les
tenían que proteger del exterior, casi les sepultan en la cama. José Moratalla
y otros políticos como el alcalde Gabriel Díaz Berbel se lamentaban entre
sollozos y miradas de rabia junto al lugar de la explosión. Domingo perdió aquí
su vida, y desde aquí siempre se le ha de recordar. Pero no sólo para
homenajear a una persona, que como muchos murieron injustamente, sino el recordar
que en este país hubo unos cuantos que nos quisieron doblegar, y que no lo han
conseguido. Muchos de ellos hoy se han “convertido” a la Democracia. Que sean
bienvenidos. Pero nunca ha de olvidarse de dónde provienen ni lo que hicieron.
Hoy, una vez más, en recuerdo de
las víctimas de este atentado, el fallecido Domingo Puente Marín, y los heridos
Fernando de Orbe Payán, Miguel Ángel Rabadán Castañeda, Juan Pablo Laguna
Martínez, Jorge Arias Fernández, José Luis Hidalgo Huertas, Jorge Rodríguez
Fernández, José Antonio Galán Vera, María Galán Vera, así como a los otros nueve
heridos.
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