viernes, 17 de octubre de 2014

El Cortijo El Madroño de Martos como momento clave en mi genealogía

Investigando la propia genealogía uno puede imaginarse la infinidad de casualidades históricas y personales que ocurrieron en el pasado y que sumándolas dieron lugar a que hoy estemos donde estemos y seamos como seamos. Es difícil llegar a conocer dónde y cómo se conocieron por ejemplo nuestros tatarabuelos o nuestros trastatarabuelos, a lo sumo habremos escuchado cuando éramos niños cómo se conocieron nuestros padres ante las insistentes preguntas que les hacíamos.

Hace pocas semanas y ante el descubrimiento de una foto antigua en una caja de caudales de mi difunto abuelo, supe de una familia amiga de mi abuelo y mi abuela, la familia Ureña Damas, una de cuyas hijas llegó a vivir con ellos en su casa del Zaidín (Granada) hace ya varias décadas. Tirando del hilo que nos permiten las nuevas tecnologías pude dar con ella y descubrir con ayuda de mi padre un momento clave y cercano históricamente a mi genealogía y sin el cual seguramente no hubiera posibilitado la existencia de mi padre, de mis hermanos y la mía propia.

El lugar, un cortijo denominado El Madroño situado a 8 kilómetros de la localidad de Martos (Jaén); el momento, principios de la década de 1940. Allí tuvo su residencia y sede literaria (con el denominado grupo El Madroño) el escritor tradicionalista Francisco de Paula Ureña Navas, asesinado en Madrid en septiembre de 1936 por el Frente Popular durante la Guerra Civil. Posteriormente la familia Rojas Montes adquirió el cortijo, cuyos descendientes son los actuales propietarios. Es aquí, en algún punto de esos primeros años 40 cuando llega a Martos mi familia. Mi abuela, Carmen Hita Junco (Pulianillas, 1912-Granada, 1989) llega al cortijo acompañada de su primer marido Joaquín López Teruel (Maracena, ca.1908-Martos, 1942), sus hijos Joaquín (Maracena, 1934-Granada, 1997) y Luis López Hita (Maracena, 1937-¿?, ca.1946) y su hermana Concepción Hita Junco (Maracena, 1919-Granada, 2002).


Fotografía del cortijo El Madroño de Martos expuesta en el Museo del cortijo


Joaquín padre era carretero en Maracena, pero en el cortijo El Madroño de Martos era bracero y el herrero del cortijo. La familia López-Hita vivía en un edificio exento al propio cortijo y que servía de herrería para el mismo. Dicha vivienda se situaba sobre un aljibe. Hoy, la vivienda que fue de mi abuela durante unos pocos años sirve de capilla para celebraciones tras la remodelación integral que se efectuó en todo el cortijo hace unos pocos años. La visita que efectué junto a mi padre hace pocas semanas para conocer in situ el lugar donde nuestra abuela y madre vivió me llenó de emoción. El espacio, profundamente cambiado, no daba lugar a visualizar mentalmente cómo pudo ser la vida en aquellas dependencias, pero gracias a las fotos que el cortijo exhibe en su Museo uno se puede hacer una idea de la vida de entonces.

Fotografía expuesta en el Museo del cortijo que muestra los trabajos de herrería que se hacían antiguamente en él. No puedo confirmar si alguno de los que salen en la foto pudiera ser el primer marido de mi abuela.


Un momento dramático ocurrió en el cortijo en enero de 1942, pues el marido de mi abuela murió con 34 años a causa de una “parálisis cardíaca”. A pesar del drama sufrido, para mi genealogía es un momento clave y trascendental. Mi abuela tras quedar viuda continúa la relación con la familia Rojas, pues en Granada estuvo trabajando para ellos en su casa de la Gran Vía de Colón, y es ahora donde mi genealogía confluye, en el cortijo de la Campiñuela, situado a las afueras de Baños de la Encina (Jaén). "Gracias" a que mi abuela enviudara de Joaquín y fuera a trabajar a Baños de la Encina, muchos hoy podemos contarlo. Mi tío Joaquín tuvo que conocer allí a la que sería su esposa, mi tía María Manuela Gómez Moreno (Baños de la Encina, 1930-Granada, 2008), localidad donde se casaron. Y es igualmente allí, donde mi abuela tuvo que conocer a mi abuelo, Francisco Canales Ginés (Baños de la Encina, 1913-Granada, 1997). Una vida terminó en 1942, pero gracias a que ocurrió así, otras vidas, otras ramas genealógicas se abrieron. Mi abuela se casó con mi abuelo en Granada, y poco tiempo después nació mi padre. Así, que hoy puedo escribir lo que están leyendo.


Vista interior del altar de la hoy Capilla del Madroño, antiguamente herrería y vivienda de mi abuela.


Vista interior de la hoy Capilla del Madroño, antiguamente herrería y vivienda de mi abuela.


Vista exterior de la entrada de la hoy Capilla del Madroño, antiguamente herrería y vivienda de mi abuela.


Vista exterior de la hoy Capilla del Madroño, antiguamente herrería y vivienda de mi abuela.



El cortijo, que sirvió de cuartel de la Guardia Civil durante unos pocos años en la posguerra, era desde su creación un importante enclave de explotación agrícola, del mundo del olivar, y aún hoy con su almazara fabrica un aceite exquisito; actividad económica que comparte con los eventos sociales (bodas, reuniones, bautizos,…) que se celebran en sus salones, antaño dependencias del cortijo que eran para otros menesteres. Manuel Damas Calahorro, uno de los artífices de la remodelación, y amigo de la infancia de mi tío Joaquín, tuvo a bien ofrecernos una delicada muestra de su excelente aceite, que disfrutamos con gusto y agradecimiento.


Antigua trilladora situada en el exterior del cortijo

Antiguas caballerizas del cortijo, hoy uno de los salones dedicados para celebraciones sociales


Me fui del Madroño embelesado por el magnífico paraje, la atención recibida y por haber descubierto el lugar donde mi abuela y mis tíos vivieron un tiempo. Agradezco a Manuel el haberme ayudado a conocer parte de la vida de mi abuela, además de su atención y la de su hijo Manuel Damas Martos; y francas gratitudes a su sobrina Luisa María Ureña Damas, que fue el nexo entre las dos familias amigas muchos años después.

Vistas de la campiña marteña desde el cortijo El Madroño


Sobre el Cortijo El Madroño:


Sobre Francisco de Paula Ureña Navas:

4 comentarios:

  1. Hace años hice algunas fotos antes de que remodelaran la herreria. No son gran cosa, pero pueden apreciarse algunas cosas que ya no existen

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    1. De qué año son dichas fotografías. ¿Están colgadas en algún sitio? Serán testimonio gráfico muy importante.

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    2. Son de los 90 más o menos, poco antes de que empezara la "restauración". Mi abuelo es Manolo, mi padre y yo documentamos el antes y el despues de las obras. De la capilla tengo muy pocas fotos en formato analógico, pero alguna tengo. Esa parte del cortijo la visité poco, apenas se usaba y siempre estaba cerrada.

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    3. Ahora mismo recuerdo una en el interior de la herreria/fragua en la que si mal no recuerdo se ve la chimenea. Y otra desde fuera en la que se ve la pared que da al carril, donde se ve ropa tendida de los aceituneros. Salen muchos chismes, pero se ven algunos detalles de la construccion antes de la obra

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