Si la escritura en la noche puede suponer algo de pesadumbre ante tanta oscuridad reinante, dar los buenos días por la mañana con otras reflexiones quizás espabile a más de uno. Y de ahí que me anime también con este tipo de columna cotidiana, en la que el agua fresquita nos renueva por dentro para emprender, espero, un grato y provechoso día.
Las ciudades, como bien sabemos, mutan, no permanecen sine die como las conocimos. Y en esos casos, recordamos cómo en múltiples ocasiones las piquetas de los que no tienen más que cemento en el coco derriban auténticas maravillas, mientras construyen en su lugar verdaderos despropósitos. Luego hay otros casos de dejadez supina. Cuando era chico, a las afueras de mi barrio el Zaidín, existía un edificio sin terminar, tan sólo se erguía levantada la estructura. Estaba situado al final de la avenida de Dílar en su lado este, y entonces creo recordar, me dijeron que aquello iba a ser una especie de comisaría de policía. No sé en qué quedó el asunto, pero el esqueleto arquitectónico se quedó como fiel monumento a la pereza burocrática y desidia política durante bastantes años. Hace muchos ya, por fin, aquello se solucionó, y se levantó un edificio residencial en cuyos bajos hay un supermercado, dando por fin digno lustre a aquella zona granadina.
Otro ejemplo está en vías de modificación. El otro día, tras haber visto de soslayo algo en la prensa al respecto, me percaté del cambio que iba a suponer el derribo de otra de esas estructuras arquitectónicas que quedaron varadas en el tiempo. Cerca de mi actual vivienda vi en persona cómo el edificio que hay en la plaza General Emilio Herrera esquina con calle San Isidro, terminado, nunca ocupado y abandonado, estaba siendo demolido. Así pues, si todo va bien dentro de poco adquiriremos una nueva imagen que añadir a nuestro recuerdo de la ciudad. Aunque imagino que será una edificación muy a las últimas tendencias, en consonancia con los edificios que se están reformando por doquier en el barrio, para mi gusto, construcciones muy distintas a lo que yo considero deberían ser las que están en el entorno más céntrico de la ciudad. Pero en fin, lo veremos pues.