lunes, 22 de febrero de 2021

Huida al Planeta Rojo

Mi mente, desde un tiempo a esta parte disfruta viajando fuera de nuestras fronteras planetarias. El planeta Tierra, tan bello y único, aquel que aún apenas conozco, se va convirtiendo en un lugar irrespirable, ni más ni menos que a causa de nuestra propia existencia como especie. Hoy día, destrucciones climáticas que son resultado de lo que en teoría nos hace crecer numéricamente como Sociedad, en verdad nos destruye a nosotros mismos, y al entorno natural que nos cobija.


Esta animosidad que tengo en cierto modo a la especie humana por lo que supone de plaga insaciable, destructora y poco comprometida con el medio ambiente, se ve incrementada por mi percepción subjetiva de la cada vez más creciente estupidez individual. En teoría, una sociedad como la actual que ha llegado a extremos de desarrollo humano y mental tan amplios, da muestras de tener en sus individuos mentes tan despreciables que no hacen sino incrementar el hastío por los que me rodean. Poquitos se salvan de la purga mental que acometo. En los últimos tiempos he ido observando el cruel panorama social de la gente de mi entorno, ya bien en mi ciudad, país o al menos de lo que veo en la parte occidental del orbe. A los ya típicos delincuentes de guante blanco y los sin guante, asesinos diversos, maleantes de toda calaña y origen, hay que soportar a conciudadanos de mentes aborregadas, da igual de qué sentido ideológico sean. La verdad siempre la tendrán ellos, y encima una verdad absoluta que se la apropian sin criterio demostrable alguno y que la lanzan con espíritu salvador contra aquellos que, más humildes, exponen con argumentación y solidez científica o comprobable. ¡Ay qué coraje de gente! Nuevos tertulianos de pacotilla que no merecen ni deben ser escuchados por el bien de todos. Pero ahí tienen a su público atolondrado y admirador que los elevan cual secta. Instagram, Facebook, TikTok, los abrevaderos del gran rebaño, el escaparate de la gran insipidez. Si no nos ponemos de acuerdo en lo más nimio, en lo más evidente, ¿cómo seremos capaces de aunar esfuerzos ante lo que de verdad merece la pena por su complejidad o urgencia? Aún confío en un pequeño número de personas, aquellas por las que todo no está perdido. ¡Pero qué pocos son! Incluso a veces yo ni confío en mí mismo. Son los que deben solucionar todo este caos creado por la excrecencia social reinante.

¡Sacadme de aquí! ¡Con qué ilusión viví el último paso dado en la carrera espacial! La llegada del rover Perseverance el otro día a Marte no ha hecho sino incrementar mi esperanza en las posibilidades que tiene el Universo como salida a nuestra merecida autodestrucción. Me da profunda lástima que un planeta tan hermoso como la Tierra se vea carcomido por el cáncer que resultamos ser los humanos. Nuestro hogar destrozado, y mientras unos quieren limpiar y reparar, los más siguen ensuciando sin remordimiento alguno. ¿Qué nos deparará el futuro? ¿Llegaremos a abandonar la Tierra? ¿Colonizar nuevos planetas? Si es así, ¿exportaremos nuestra inmundicia a esos otros mundos? ¿Será todo en vano? ¡Qué dicotomía la mía el yo querer explorar el Universo y alejarme de esta mediocridad que nos rodea y sentir la paz que supone el alejamiento de todo humano infecto vs. la nostalgia previa a un planeta aún no abandonado! Cualquiera que me lea notará que me estoy haciendo viejo, y seguramente algo cascarrabias. "Mi mala suerte" es que moriré en este planeta sin tener siquiera la posibilidad de salir más allá de las capas bajas de la atmósfera. Es realmente frustrante. Al menos mi mente puede aún crear mundos extraterrestres a los que poder viajar, huir si se quiere de todo este orden de cosas. Si alguien lee estas palabras dentro de varios siglos en otros planetas,....recordad que yo quise haber estado allí. Compadecedme.


Sólo espero que la estulticia humana no llegue a Marte, y que por la denominación que se tiene de él como Planeta Rojo ya se inicie la pugna entre los que se denominan rojos, y los que no lo son. Somos tan estúpidos, que quizás llegue a pasar, la plaga humana se extenderá más allá de nuestro Sistema Solar, y dichos enfrentamientos serán quizás el origen de una larga Guerra de las Galaxias. Bueno, al menos habrá más planetas a los que huir. Pensado lo dicho, no sé si es mejor que el Apocalipsis haga su trabajo con plena libertad de movimientos. Pero si éste no viene, ¡yo quiero mi billete para Marte! Por lo pronto, tras estas reflexiones en caliente y sin orden alguno, me iré a soñar esta noche mi visita a algún planeta todavía no descubierto. Buenas cósmicas noches.


Imagen de Marte desde el rover Perseverance tras su amartizaje el 18-2-2021. Foto: web RTVE


domingo, 21 de febrero de 2021

Apuntes genealógicos I. José Luis Delgado López

En este 2021 se cumplirán 9 años desde que empecé a investigar mi genealogía, la historia de mi familia. No sólo buscaba las ramas más altas donde me aguardaban mis antepasados gracias a los cuales estoy donde estoy y soy como soy, sino que descubría en mi entorno otras ramas laterales, los costados genealógicos, ramas que eran herederas de los mismos ancestros que yo, o lo que es lo mismo, mis parientes. Un árbol de primos bien frondoso.


A estos primos, más o menos cercanos según el grado de parentesco o cuan lejano es nuestro ancestro común, los fui conociendo poco a poco gracias a mis investigaciones. Aunque a otros ya los conocía en persona, es mi investigación genealógica un elemento importante para profundizar en nuestro conocimiento mutuo y compartir datos y curiosidades de nuestra familia.


Algunos de estos familiares, ancestros o parientes han sido o son personajes conocidos en diverso grado por sus facetas vitales, por cómo discurrieron o discurren aún por la vida. Y como vidas meritorias dignas de conocer o recordar, pretendo traerlas aquí a mi blog para honrarles en un cálido homenaje familiar.


Traigo a esta mi primera entrega genealógica a José Luis Delgado López, el primo Pepe Luis. Primo hermano de mi madre, nos une un abundantísimo apellido López, que como patronímico tiene miles de orígenes, estando el nuestro afincado hasta donde tengo investigado en el siglo XVIII en la localidad granadina de La Calahorra, investigación que sigue en curso y seguramente avance mucho en breve.


Nuestra rama, afincada en Granada capital en el siglo XIX dio sus frutos. Su madre, Isabel López Moreno, era medio hermana de mi abuelo Juan López Azaustre, uniéndonos por tanto a José Luis y a mí la figura de Juan Esteban López Rodríguez, su abuelo y mi bisabuelo. José Luis, nacido  en 1944 en la céntrica calle Oficios de Granada, es un hombre cálido y entrañable, de trato ameno y acogedor, siendo siempre agradable poder entablar conversación con él. Cuando empecé a estudiar la licenciatura de Historia, la figura del primo Pepe Luis estaba presente como alguien de la familia que hizo lo mismo que iba a hacer yo, y del que podría inspirarme, pues él la cursó también. Catedrático de Historia, empezó a dar clases en el Instituto Ganivet, culminando su carrera docente como profesor del Instituto Alhambra de mi barrio del Zaidín, centro del cual llegó a ser director. Su esposa, Marietta Torné Poyatos, también sería profesora de Historia del colindante Instituto Mariana Pineda.


José Luis Delgado. Entrevista en TG7 el 17-7-2014. Fuente: Youtube


Hombre culto, alumno del insigne Antonio Domínguez Ortiz, su faceta de transmisor de la Historia no sólo la ejerció dentro de unas aulas, sino que ésta se extendió a través de las páginas escritas en diferentes formatos. A través de la prensa ha difundido como un magnífico cronista la Historia de nuestra ciudad, la de sus gentes y costumbres, como antaño hicieran otros grandes cronistas como Francisco de Paula Valladar y Juan Bustos. La mayoría de sus textos se conservan en diarios tan señeros como Ideal y Granada Hoy (siendo éste último el que aún mantiene viva su lírica semanal), así como otras revistas especializadas como Cuadernos de la Tarde de la UGR o la preciosa revista Alhóndiga (de la que además forma parte del Consejo de Redacción), revista interesantísima y de estilo pulcro y cuidado, que viene a enriquecer la cultura de nuestra ciudad ocupando un espacio editorial muy necesario a mi entender.


José Luis Delgado. Foto: Antonio Arenas.

Además, sus conocimientos se han visto publicados a través de algunos libros, publicaciones aparecidas en los últimos años. Como La Semana Santa de Granada. Entre ayer y hoy, La Fundación Robles Pozo, así como la compilación de sus artículos sobre Granada en varios libros (Granada Hijos y Entresijos I y II, editorial Natívola), y Granada Íntima I (editorial Dauro).


Hombre vinculado a la cultura y la música, ha participado en documentales como El Oro del Darro y ha sido pregonero en nuestra ciudad, tanto en el Corpus de 2016 como en las fiestas de los barrios Fígares en 2016 y de la Cruz en 2019. Pepe Luis sigue siendo inspiración para mí, no sólo a nivel humano, sino profesional, pues aunque la docencia comprobé que no era lo mío, la transmisión de saberes históricos la mantengo como objetivo propio. Jubilado, pero nunca quieto, le auguro aún a Pepe Luis muchas venturas culturales en el futuro, de las cuales seguiremos atentos y orgullosos.